Como hombre, es posible que hayas crecido sin tu prepucio.
Muchos no piensan en ello y si lo han hecho, es probable que digan 'bueno, es mejor así'.
Pero son cada vez más los conocidos como 'intactivistas', que están expresando su indignación por el hecho de ser circuncidados antes de tener la edad necesaria para entender las implicaciones del proceso y dar su consentimiento a lo que consideran una 'amputación innecesaria'.
Esta visión se opone a la religiosa, según la cual la circuncisión es necesaria para proteger al niño de sus impulsos sexuales, ya que podría distraerlo de Dios.
No en vano, los judíos cumplen con el Berit Milá (pacto de circuncisión) porque entienden que así como el hombre nace incompleto físicamente, debe lograr la máxima superación en el plano espiritual, y el pene está muy comprometido tal tarea, ya que no sólo es el responsable de la digna continuidad de la especie, sino también objeto de los más bajos instintos, por lo cual - con esta práctica - es posible llegar a utilizarlo con la adecuada pureza.
Así, los circuncidados en el mundo llegan a los 660 millones, de los cuales 115 viven en Estados Unidos, lo que lo convierte en el país con mayor número de hombres circuncidados, por encima incluso de los países de África y Medio Oriente, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud.
Es a su vez el único país desarrollado donde la circuncisión infantil es una práctica habitual, en principio fuera de un contexto religioso, dado que ya desde el 1800 los promotores de la misma han estado asegurando que es la salud la razón principal por la que los padres deben efectuársela a sus hijos.
Sin embargo, la verdad es que detrás está la idea de que ayuda a reducir la necesidad de los jóvenes de masturbarse, algo que los puritanos de la Nueva Inglaterra siempre creyeron causante de enfermedades!
Contrario a ello, hoy en día existe un consenso claro entre la comunidad médica, de que no es algo que pueda usarse como argumento, lo que no evita que la tradición continúe y el prepucio se siga asociando a una serie de supuestas dolencias.
De hecho, en diciembre de 2014, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos publicó un documento avalando la circuncisión en bebés.
Este documento era igual a uno publicado en 2012 por la Academia Americana de Pediatras, que vinculaba su práctica con una disminución de la transmisión del VIH y otras afecciones de transmisión sexual, además del cáncer e infecciones del tracto urinario.
Pero ambos fueron rechazados por la comunidad médica internacional en su conjunto, debido a su carencia de fundamento científico.
Así, la mayoría de las comunidades médicas de las naciones desarrolladas (excepto de Estados Unidos) están de acuerdo en que en los entornos donde las condiciones higiénicas permiten que los hombres se laven regularmente, cualquier beneficio que pudiera aportar la circuncisión no supera los riesgos que conlleva tal intervención.
El tema es que, además del científico, también está el debate moral que paralelamente gira en torno a la imposibilidad de llegar a un consenso.
Incluso si la ciencia médica probara que existen irrefutables beneficios ligados a la circuncisión, muchos inactivistas afirman que llevar a cabo una operación preventiva en un niño nunca es ético.
Según afirman, la decisión de circuncidarse debería tomarse sólo en caso de emergencias médicas o voluntariamente por adultos que desean someterse a cirugía cosmética u otras modificaciones corporales.
- Creo que debería protegerse a los niños de las modificaciones de sus genitales porque ellos no entienden lo que está en juego - dice por su parte Brian Earp, investigador de ética en la Universidad de Oxford.
- La circuncisión retira unos 38 cm de piel que contienen cerca de 20 mil nervios (en un adulto), haciendo que el pene sea un órgano externo y que su cabeza esté constantemente expuesta, inhabilita el frenillo, la función lubricante y su movilidad. Incluso cambia el color del pene y esto solo si el procedimiento sale bien - agrega.
Piensa en la función biológica del prepucio: en un pene no erecto, el prepucio lo cubre completamente, colgando sobre la punta y transformándolo en un órgano interno.
Cuando se pone más duro, el prepucio secreta un lubricante que permite que la piel se mueva hacia adelante y atrás.
Cuando se pone realmente duro, el extremo del prepucio se da vuelta, exponiendo una parte realmente sensible llamada el frenillo y también el glande, partes que en estado de relajación están cubiertas.
O sea que la función del prepucio es como la de un labio o un párpado que protege la membrana mucosa que hay debajo.
En este contexto es que ahora ha surgido una empresa llamada Foregen, que está ofreciendo usar medicina regenerativa para hacer crecer el prepucio nuevamente, algo así como cuando una salamandra regenera sus extremidades.
- La premisa es que si estamos regenerando partes completas del cuerpo a partir de otras partes más complejas, por qué no aplicar esto a la única parte del cuerpo que cientos de millones de jóvenes no tienen - dijo Eric Clopper, portavoz de la compañía.
La tecnología biomédica que permite que un procedimiento como este sea seguro aún es teoría, pero Foregen dice que planea tener un procedimiento patentando y listo para las pruebas médicas en los próximos cinco años.
La cosa es que, como ellos mismos admiten:
- El mayor obstáculo para lograr la regeneración del prepucio es alinear la gran demanda de una cura a la circuncisión con el personal científico correcto -.
Y es que los investigadores biomédicos que han aceptado trabajar con Foregen hasta ahora lo han hecho con la condición de que no se revele su identidad.
Tal como agregan:
- Tienen miedo por muchas razones. No quieren ser recordados en la historia por haber regenerado el prepucio. Sigue siendo básicamente un tabú...
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fuente: artículo de Arikia Millikan
publicado en Vice (vice.com)
imagen: Eitan por Raphael Perez
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