Entre los maoríes - originarios pobladores de Nueva Zelanda - el primer hombre que habitó la Tierra se llamaba Tiki, y fue el padre de toda la humanidad.
Por ello la figura con la que se le representa se ha terminado convirtiendo en uno de los amuletos más extraños que se pueden hallar en el arte tribal de todo el mundo, así como su historia muy larga y misteriosa.
'Hei', significa 'colgante', y 'Tiki', 'forma humana'.
Son las dos palabras que componen el nombre de este curioso objeto, realizado originariamente en nefrita, una piedra de un color verde que puede variar de oscuro a pálido.
Pero aunque efectivamente se trataría de un cuerpo humano, muchos dicen que se trata de un feto - lo cual cuadraría con la idea del origen del hombre - ya que en sus manos sólo tiene tres dedos y fuertemente apretados contra los muslos, además de dos muy extraños y grandes ojos, incrustados en su enorme cabeza que siempre se inclina hacia un lado, razón por la que también se le conoce como el talismán del 'ser humano pensante'.
Sin embargo, cuando aún se hacía de piedra, su falta de belleza no le impidió ir transformándose en el objeto más valioso de las familias maoríes que lo poseían, convirtiéndose en una reliquia familiar que era pasada de padres a hijos.
A su vez, cada estatuilla contaba (y cuenta) con un nombre original y único por el que era reconocida por los miembros de la familia.
Así, el poder de estos amuletos se invocaba pronunciando con fuerza sus nombres, cada vez que se le quería efectuar alguna petición, sobre todo de amparo.
Y es que el Hei-Tiki, teniendo en cuenta a quien representa, hasta el día de hoy tiene un papel protector muy específico, claramente relacionado con el nacimiento y la fertilidad.
Por ello las mujeres que están por dar a luz también se lo cuelgan del cuello, para que en el momento del parto las proteja de los espíritus de los niños nacidos muertos que - según afirman - rondan siempre intentando causarles algún daño, envidiosos por no haber podido llegar a ser hombres fuertes o mujeres hermosas de la tribu.
Mas no es esa la única función que se le atribuye (protección y fertilidad) sino que además también se le conceden poderes para potenciar la comunicación espiritual y el valor para llegar a lo que el deseo proyecta con el corazón, tal como lo hizo el primer hombre ya con la propia divinidad como con la naturaleza en general, una razón de más para, en caso de tener la oportunidad, hacerse con alguno de estos tan extraños como potentísimos Tikis...
Aquí estoy con el mío, que me trajo
una amiga desde esa hermosa tierra
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elementos de poder en
TAROT de MáXIMO
imagen: Pare Watene
(Gottfried Lindauer)
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