Los unicornios son unos de los seres fantásticos más conocidos y que aparecen con más frecuencia en historias, leyendas, cuentos, etc., y no hay princesa sin el suyo.
Las primeras referencias datan del siglo V a. C., por el historiador griego Ctesias, que hablaba de él como de un animal real que había sido visto en la India.
Se le describe con cuerpo de caballo y con un único cuerno en la frente, lo que le otorga un aire majestuoso y mítico.
Y se cuenta que son seres solitarios, que viven apartados y a los que el resto de los animales respeta.
También que no se dejan ver más que por los puros de corazón, y que entre ellos, sólo los más hechos de bondad y ternura pueden tocarlos.
Pero en cualquier caso, los unicornios representan fuerza, libertad, imaginación, sueños, ilusiones.
Aunque pasado el Romanticismo pocos historiadores se refirieran a ellos más que para desmentir supuestas apariciones, los mismos no han dejado de estar presentes, porque lo que simbolizan sigue existiendo.
El deseo de libertad, la fuerza de la naturaleza, las ganas de soñar.
Por eso no es raro que todavía hoy estén allí, paseando entre los árboles de un bosque.
A lo mejor, si tú eres una de esas personas en las que reina la ternura y paseas de cuando en cuando por las cercanías de algún monte, te parezca ver una luz extraña asomándose entre ellos.
Y puede que sea algún rayo de sol reflejándose en un cuerno!
De hecho, al cuerno también se le han otorgado poderes curativos o venenosos, según la intención con que se use.
También hay leyendas que dicen que si se le corta a un animal vivo, de este nunca dejarán de brotar alimentos y riquezas sin fin.
Eso sí, casi todas las historias también coinciden en que arrancarle el cuerno supondrá su muerte irremediable.
Hubo un tiempo en que la gente, convencida de la existencia del mítico animal y apreciándole más por el valor material que podía tener, buscaban la manera de hacerse con un cuerno que les garantizase una vida lujosa y larga.
Nobles y reyes llegaban a pagar grandes cantidades de dinero por algo que, al no haber visto nunca, no podían asegurar que fuese o no un cuerno del mítico ser.
Así, surgían teorías que demostrarían que el cuerno era o no real: una de ellas decía que al meter uno de estos cuernos en un recipiente con agua, esta debería empezar a hervir.
Otra recomendaba meter el cuerno en una caja con cuatro escorpiones vivos, y considerar que era verdadero si aquellos se morían en unas horas.
Pero lo cierto es que los unicornios son, en definitiva, una realidad en el mundo espiritual de quienes quieran verlos, y a los que ayudan a correr los velos del tercer ojo, para poder ver desde el corazón y con el alma lo que sus guías y maestros desean mostrarles, ampliando así sus capacidades psíquicas y desarrollando la clarividencia.
O sea que tú decides: Crees en ellos o no?...
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TAROT DE MáXIMO
fuente: artículo La Magia Espiritual de los Unicornios publicado
por @solitalo en compartiendoluzconsol.wordpress.com
imagen: Vergine con unicorno (Domenico Zampieri)
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