La alegoría del carro alado - conocida como mito del carro alado y el auriga - aparece en la obra Fedro de Platón (antiguo y célebre filósofo griego, seguidor de Sócrates y maestro de Aristóteles), y sirve para explicar la teoría de la reminiscencia, según la cual conocer es en realidad recordar.
La imagen se ajusta estrechamente con la del séptimo Arcano Mayor - El Carro - del Tarot, y es a través de ella que Platón ilustra su concepción acerca de la constitución interna del alma humana.
Esta refiere a la idea de un auriga (conductor) que dirige un carro tirado por dos caballos, uno de los cuales es noble y de buen carácter, mientras que el otro todo lo contrario, tanto en raza como en carácter.
Por ello la conducción es difícil y problemática.
El auriga representa el intelecto, la razón, o la parte del alma que nos guía hacia la verdad, a la vez que el primer caballo representa el impulso racional, moral o parte positiva de nuestra naturaleza, y el segundo las pasiones irracionales, los apetitos o la parte concupiscente de esa misma naturaleza.
Así sería nuestra tarea y desafío, como aurigas, conducir la carroza evitando que los caballos vayan hacia diferentes lugares, y no dejen de avanzar nunca hacia lo más elevado, que es el espíritu o mundo de las ideas puras, la iluminación...
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mitología asociada en
TAROT DE MáXIMO
imagen:esquema de
Concepción Pérez García
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