Las Salamandras han trabajado a lo largo de toda la Creación del Universo, y fueron los primeros Elementales en hacerse presentes al momento de su conformación.
Hace unos 3.000 años, en Medio Oriente, los videntes egipcios - y luego los judíos - para poder representarlos optaron por la figura de unos pequeños lagartos, conocidos en la zona como 'Salamandras'.
Pero quienes las han podido ver declaran que su fisonomía es semejante a la de los niños de 8 o 9 años de edad, aunque delgadas y pequeñas, con la otra peculiaridad de que en la punta de sus dedos se encuentra una luminiscencia muy clara, que se intensifica cuando encuentran algo que les atrae mucho, y entonces pareciera que una diminuta nube de estrellas brillara alrededor de cada una de ellas.
Esta clase de espíritus forman su reinado instantáneamente cuando se enciende una fogata y un fuego comienza a arder.
También trabajan durante las tormentas, tratando de orientar los rayos que se producen.
Y tienen una relación directa con las almas, pues sus vibraciones se propagan tan veloces como la luz.
Por eso son - sin lugar a dudas - las criaturas sutiles más respetadas, poderosas y valoradas por magos y hechiceros.
Pero a la vez son las más indiferentes al ser humano.
No buscan su amistad, pues saben que en realidad estos siempre han buscado el servicio de su fuego, pero no siempre les han agradecido o recompensado por el mismo.
Así que sólo manifiestan afinidad a muy pocas personas, y cuesta mucho acceder a ellas, pero - cuando se logra - es una amistad tan fuerte y alegre como lo es el fuego!
La forma de atraer su atención es encendiendo un fuego, si se esta al aire libre, o una vela consagrada, si se está dentro de un recinto cerrado.
Las velas - de parafina o cera e abejas - deben ser siempre de colores claros, nunca de color negro!
Para consagrar una vela, con sólo untarla con aceite natural de girasol alcanza.
Luego debes encenderla - usando un fósforo! - y decirles las más honestas y sinceras palabras de afecto y bienvenida que te salgan en el momento.
O bien - de una manera más formal - pronunciar la siguiente
INVOCACIÓN
- Invoco a los Elementales del Fuego.
Invoco a Djin, caudillo de las Salamandras.
Invoco a los poderes del cambio y de la luz.
Invoco al fuego que consume las mezquindades,
vicios y bajas pasiones.
Invoco a estas fuerzas para que me concedan
fortaleza para cambiar,
y me liberen
de todos aquellos conjuros,
maleficios y negatividad
ejercidas sobre mi persona...
Así sea!
Así sea!
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oraciones - invocaciones y novenas en
TAROT DE MáXIMO
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