Hoy vamos a tratar la cuestión del alma de las otras criaturas que no son el hombre, especialmente la de si los animales tienen o no algo por estilo.
Estas cosas aparecen como superfluas para alguien que se apresura en ellas sin la debida atención, cuando hombres notables del pasado ya lo han intentado.
Descartes, quien a comienzos del siglo XVII fue un entusiasta renovador de la filosofía que había decaído en la Edad Media, trató este tema, pero considerando a los animales como máquinas, seres de los que no se podía hablar como poseedores de un alma, sino tan sólo como mecanismo poseedores de algunos reflejos.
Pero cualquier persona que valore la vida de los animales difícilmente puede compartir este punto de vista.
Para ella será obvio que muchos animales de nuestro entorno realizan acciones que parecen inteligentes, y que se relacionan entre ellos, lo cual es algo difícil de imaginar sin la posesión de un alma.
De todas formas, hemos de considerar ahora el otro lado de la cuestión, es decir la distinción radical entre lo que el hombre desempeña con su alma, y el animal con la suya.
Como un ejemplo empezaremos con un hecho definitivo.
En la jungla, los intrépidos viajeros han notado a menudo que si encienden un fuego (a causa del frío), cuando se van vienen los simios a calentarse.
Sin embargo, nunca han observado que uno de ellos haya recogido algo de madera para mantener el fuego.
No se puede llegar a esta combinación, y eso es algo extremadamente importante.
No pueden nunca, por el propio nivel espiritual que poseen, hacer algo nuevo, tal como azuzar el fuego, etc.
Ahora, todavía deben tener claro un punto: si se fijan en los animales inferiores encontrarán que ellos no pueden directamente expresar dolor o placer a través del sonido.
Los insectos, por supuesto, producen ruidos, pero ni siquiera proceden de su cuerpo.
En el hombre, en cambio, el sonido interior se convierte en palabra, en discurso, mientras que aún los animales superiores sólo tienen un desarrollo de sonido unilateral.
Otra diferencia mayor entre el alma de los animales y la humana es que se podría escribir una biografía de cada alma humana, pero no de la de los animales.
Esto es muy importante.
Si uno se pregunta acerca del interés que tiene por una persona en particular, se dará cuenta que en el caso de hacerlo por el de animal, será por todo un grupo similar del mismo.
Por ejemplo un león.
Se siente lo mismo acerca del abuelo del león, que del padre, hijo o nieto del león, algo que sonaría incongruente si la aplicara a los seres humanos.
Por eso es que tampoco tiene sentido cuando alguien mantiene que podría escribir la biografía de su perro!
Y es que escribir la biografía de cualquier mascota sería lo mismo que tratar sobre la disparidad entre la vida de un alfiler y la de una aguja.
Justamente lo mismo que diferencia a toda una especie animal de otra, es lo que distingue a una persona individual de otra.
O sea que un alma común vive en un grupo entero de animales.
Al igual que los diez dedos de una persona son miembros de sus manos, todos los lobos son miembros del alma grupo de los lobos.
A diferencia de ello, y aunque anteriormente no estaba tan individualizada como hoy día, en un punto de la evolución humana, el hombre se situó lejos del alma grupo.
Y esto será cada vez más marcado en el futuro desarrollo de las razas humanas.
Vendrá un tiempo en el que los caracteres raciales retrocederán totalmente.
Cuando un alma encarne entonces, en una nacionalidad, desaparecerán las distinciones nacionales, y cada uno siempre se recordará sólo en función de cómo ha trabajado en su propia individualidad.
A que otra diferencia fundamental entre el alma del ser humano y la grupal animal nos lleva eso?
Aquí ustedes han de comprender un nuevo concepto.
El alma grupo no muere.
Lo maravilloso, el lado significativo de la muerte, es un privilegio específico del alma humana individual.
Si una parte del alma grupal muere es inmediatamente reemplazada, al igual que si se corta el tentáculo de un pulpo.
De esta forma el alma grupo - la cual nunca desciende al plano físico - siente la muerte como la pérdida de un miembro, y el nacimiento como el crecimiento de uno similar.
No tiene el privilegio de la muerte.
Sólo cuando un ser sensible dice 'esto soy yo', la muerte comienza su entrada en la vida individual.
El hombre se esfuerza por alcanzar y obtener su vida superior a través de la muerte.
A no ser que la muerte fuera vencida, no obtendría su vida superior más que a través de ella.
En cambio el alma de los animales se encuentra, en el plano astral, conectada con cada miembro de su grupo por medio de un 'hilo'.
Sin embargo, algo a tener siempre en cuenta es que en una época posterior las almas grupo animales - pero no los animales individuales -, también progresarán y se convertirán en seres humanos, con almas totalmente individualizadas...
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curiosidades y temas relacionados en
TAROT DE MáXIMO
fuente: artículo El Alma de los Animales y la Individualidad Humana
de Rudolf Steiner, publicado en la Biosophia (revistabiosofía.com)
* Comentarios extras (efectuados en respuesta a los planteos de
algunos seguidores en www.facebook.com/tarotdemaximo):
- Es que cada alma tiene sus características, por más que sea grupal.
Y otro tema es la conciencia del alma, que está desarrollada en diferentes niveles según la especie en cuestión, y por encima de sus sistemas nerviosos (por eso se debería siempre evitar maltratarlos o hacerlos sufrir innecesariamente antes de sacrificarlos para ser empleados como alimento).
La de los domésticos es la que más destaca, y seguramente sean también el alma grupal de estos la más próxima a individualizarse como ser humano.
Por otro lado, lo de ver animales que ya murieron podrían ser muchas cosas, desde la mera exteriorización de una construcción mental (quienes han desarrollado dicha capacidad saben bien que es posible) hasta ecos de alguna situación emocional intensa que impregnó el campo magnético del lugar - y por lo tanto se vuelve a manifestar cada tanto - o una grieta entre dimensiones (recuerden que el tiempo y el espacio lineales no son más que una limitada percepción nuestra).
Por otra parte también están quienes hacen viajes astrales y aseguran verlos allí, pero cuidado, porque en tal plano no siempre las cosas que se presentan son lo que parecen, tanto para bien como para mal...
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