La Rueda Medicinal - llamada así porque son pintadas o construidas con piedras por los hombres medicina (chamanes) - es el símbolo que los antiguos nativos americanos siempre han utilizado para explicar las lecciones que cada persona debe atravesar para completar su viaje en el Buen Camino Rojo de la vida física.
Así que es un plano para todas las situaciones de la experiencia vital, y puede ser utilizado de formas muy variadas.
Según ellos, cuando nosotros, como Hijos de la Tierra, perdemos el rumbo en la misma, abandonamos también la visión del ciclo unificado y el cómo vivir de manera sagrada.
Para retomar la vía, se nos pide que apreciemos los regalos de crecimiento que cada orientación ofrece.
La vida física empieza con el nacimiento, lo que corresponde al sector Sur del círculo.
Cada uno de nosotros viajará por él siguiendo la ruta Sur-Norte hasta alcanzar el lugar de los Ancianos, situado arriba, en el cenit (sector gris).
Para esta ancestral tradición, nuestro espíritu está hecho de Viento, que es uno de los Cuatro Clanes Jefes del mundo.
Por eso puede viajar alrededor de la Rueda Medicinal apremiándonos para que aprendamos ciertas lecciones, y ayudándonos a recordar nuestra conexión con todos los aspectos del Universo.
En el Este (sector amarillo) está el lugar de la Puerta Dorada, el punto de entrada a todos los demás niveles de conciencia y conocimiento.
Los Espíritus de los Ancestros que han terminado su ronda terrestre, salen por el Norte de la Rueda siguiendo su senda hasta llegar al Este.
Esto les permite pasar por la Puerta Dorada y entrar al Camino Azul del Espíritu, el cual cruza el disco de Este a Oeste.
Asimismo regresamos a nuevas vidas físicas desde el Camino Azul, porque como espíritus de nuevo pasamos - pero en sentido inverso - por la Puerta Dorada en el Este, y viajamos en la Rueda Medicinal hasta el Sur donde volvemos a encarnar en cuerpos físicos.
Dicen los chamanes que es también por el Norte que el mal viene, y en consecuencia, es necesario proteger este punto cardinal colgando en el muro o pared norte de nuestra casa una de estas ruedas de protección, hecha con elementos (plumas, ramas, hojas, piedritas) de los reinos animal, vegetal y mineral, que representan a los poderosos aliados que protegen a las personas contra las enfermedades.
Por otra parte, asociaciones con las Cuatro Direcciones son establecidas utilizando la conexión con sus Animales Totémicos.
Así, conectando con las lecciones del Águila, del Coyote, del Oso y del Búfalo, podemos llegar a entender las enseñanzas que ofrecen.
Al pedir las respuestas que nos puedan traer y darles permiso para que nos visiten durante los sueños, llegaremos al conocimiento interno.
Luego, sólo con prestar atención a lo diferente en nuestro entorno, y preguntar a nuestro conocimiento interno lo que esas percepciones significan, habremos comenzado a vivir el camino de la Rueda...
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elementos de poder en
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