Despechada, lanzó una manzana de oro en medio del convite, con una leyenda que decía 'para la diosa más bella'.
Atenea, Hera y Afrodita pretendieron que la manzana era para cada una de ellas, y pidieron la opinión de Zeus, el rey de todos los dioses del Olimpo.
Zeus - temiendo entrar en disputa con tan poderosas fuerzas - nombró como juez a Paris, que era un príncipe troyano que había vivido aislado en el monte Ida, pues su madre había soñado con que causaría la Guerra de Troya cuando aún lo tenía en su vientre.
Tal como suele mostrarlo el sexto Arcano Mayor del Tarot (El Enamorado o Los Amantes) las tres diosas se presentaron ante Paris, acompañadas por el dios Hermes, mensajero de los dioses.
Con tal de ser la elegida, Hera le prometió el poder sobre las tierras de Asia y Europa.
Atenea le ofreció la sabiduría en la guerra.
Y Afrodita el amor de la mujer más hermosa del mundo: Helena, la esposa del rey espartano Menelao.
Sin dudarlo, Paris entregó la manzana a Afrodita.
Al cabo de poco tiempo, entregado a sus impuslsos, raptaba a aquella reina de Esparta, y provocaba la guerra más sangrienta y famosa de todos los tiempos antiguos, la misma que aterrorizada había predicho su madre hacía unos años.
Un ejemplo muy claro de cómo dejarse llevar por el brío de los sentimientos inmediatos, no es siempre lo más sensato...
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TAROT DE MáXIMO
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