La señora me contactó porque su hijo de 16 años estaba saliendo desde hacía unos tres meses con una chica amorosa, educada, humilde, sencilla, y de muy buena familia, pero que aunque todo parecía estar bien, resulta que por alguna extraña razón que ella no atinaba aún a comprender, la sola presencia de la muchacha en la casa le hacía parar todos los pelos, según me contaba.
Ya le había hecho saber al hijo lo de su sensación, pero obviamente lo único que se suscitó fue una discusión sin sentido en la que naturalmente el muchacho permaneció emperrado en su posición de continuar la relación a pesar de las locuras de su madre.
Advirtiéndole que se debía hacer cargo del karma que pudiera provocarle el hecho de solicitar al Tarot información proveniente de la vida de personas, aunque fueran sus hijos, que no han dado su consentimiento expreso para ello (lo que significa desconocer su libre albedrío sagrado, y la voluntad de que se sepan aspectos de su vida que preferirían mantener reservados) pasé a interpretar sus cartas.
Para mi sorpresa, y confieso que me pareció bastante extraño todo aquello, el Tarot dijo que no era conveniente que esa adolescente continuara frecuentando la casa, y a través de sus símbolos pude inferir que quizás sería necesario transitar un momento muy crudo antes de llegar a descubrir la verdadera razón de esa advertencia. Así que el instinto de madre lejos estaba de una equivocación, y eso era algo que pronto comprobaría.
No pasó mucho tiempo para que volviera a la consulta, totalmente horrorizada, pero satisfecha por la pronta resolución del tema, aunque hubiera preferido, obviamente, estar equivocada.
Volviendo del trabajo una de aquellas tórridas tardes invernales, su pequeña hijita de 4 años le comentó como pudo y en forma totalmente inocente, que la novia de su hermano (la joven en cuestión) había pasado unas horas allí por la mañana, y que cuando su hermano mayor salió a alquilar unos dvds al video club, esta le había ofrecido sacarle unas fotos rodeada de sus muñecas, sólo por diversión y para probar la nueva cámara digital que decía haber adquirido recientemente.
Todo hubiera parecido de lo más normal a no ser por el detalle de que además también le había pedido que se sacara la bombachita para 'aparecer más linda en la foto'.
Todo lo que vino después de esa conversación fue una serie de denuncias e investigaciones que llevaron a descubrir que la mujer no era tan inocente como parecía, que actuaba conjuntamente con un grupo de tipos que trabajaban para una red de venta de fotografías de niños y adolescentes, que luego de comercializadas eran publicadas en páginas pornográficas de Internet, y que no era la primera vez que fotografiaba a los hermanitos de su ya para entonces bastante extensa lista de novios.
El hijo de mi consultante hasta el día de hoy no sabe como pedirle perdón a su madre por no haber querido escuchar su consejo, y se siente muy culpable por haber expuesto a su hermanita a un riesgo tan grande, pero la verdad que ni la propia señora, ni yo mismo, podíamos creer que pudiera tratarse de un caso tan grave!
Pero, como en otras oportunidades, el Tarot volvió a demostrarnos que no se rige por lo que creemos, sino por lo que es...
A veces es difícil hacerse comprender sin que existan pruebas que avalen nuestra posición, por lo que no resulta funcional para nada imponer nuestro punto de vista basándonos en el lugar de autoridad que podamos desempeñar.
Pueden llegar a asumirlo por obligación, pero también con mucho resentimiento, lo que a la larga provocará que se nos rebelen!
No, quizás lo más loable sea como en el caso que narro en esta historia, esperar atentos hasta reunir todos los datos necesarios, tratando de reducir al mínimo cualquier tipo de daño que pueda provocarse.
Al menos esa era la lección a la que en esta lectura nos desafiaba el arcano EL CARRO...
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TAROT DE MáXIMO
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