Tampoco son los nombres de los que aparecen en la foto, sino de lo que llevan puesto!
Ellos son penitentes encendiendo sus cirios antes del comienzo de la Procesión del Santísimo Cristo de las Injurias, durante las celebraciones de Semana Santa en Zamora, norte de España.
El uso de lo que visten está en los comienzos de la Inquisición, cuando a las personas que eran condenadas se les imponía el castigo de tener que usar una prenda de tela que les cubriera el pecho y la espalda, y un sombrero con esa forma tan peculiar, en señal de penitencia.
A la tela se le llamaba 'sambenito', y en ella se escribían los 'pecados' que había cometido el que lo llevaba, así todos sabían por qué lo castigaban o ejecutaban, y de ahí viene también la expresión de 'colgarle el sambenito' a alguien. Se acompañaba de un 'capirote' o cucurucho de tela, cartón u otro material, que debía serle colocado encima de la cabeza, en señal destacada de la penitencia que le había sido impuesta.
Normalmente también llevaba pintadas figuras alusivas al delito cometido o a su castigo (por ejemplo: las llamas del infierno!).
Por una lógica transposición del sentido penitencial, fue adoptado por algunas hermandades católicas para Semana Santa, e incluso por instituciones y cofradías que desarrollan sus actos en otros momentos del ciclo litúrgico del año.
Hay de varios colores, según la región.
El rojo suele utilizarse en alusión a la sangre derramada por Nuestro Señor en la cruz.
La tela que cae sobre la cara y el pecho sirve para ocultar el rostro y preservar la identidad del penitente.
Durante la procesión del Viernes Santo todos son Jesús Cristo, todos son el Nazareno.
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imagen: Daniel Ochoa de Olza/ AP
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