El Tarot Rider apareció en 1910 con el nombre de su editorial (Rider).
Fue creado por Edward Waite y Pamela Colman Smith, una artista que trabajó con él.
En todos los Arcanos Menores (las 40 cartas numeradas y divididas en 4 palos) que hasta el momento se representaban con un número acompañando la simple ilustración del elemento (palo o suite) al que correspondían, ellos le introdujeron una escena llena de simbología, que transmite gran parte del significado exotérico de esa carta.
Pero sin duda otro de los cambios más importantes que efectuaron es el que hace referencia a la numerología de los naipes, intercambiando en su orden los Arcanos VIII y XI.
En el clásico Tarot de Marsella y otros similares, el arcano VIII (8) corresponde a La Justicia y el XI (11) a la Fuerza, mientras que en el nuevo sistema pasa a ser al revés, estableciéndose al VIII como La Fuerza y al XI como La Justicia.
Waite - que llamó a esta baraja 'Tarot Rectificado' - era un ocultista y un estudioso de las prácticas mágicas y esotéricas, así como un gran conocedor de la tradición del Tarot, por lo que seguramente fue en referencia a sus conocidos procesos de iniciación que decidió colocar a estar carta - que alude a la necesidad de hacerse consciente de lo ocurrido hasta el momento, y decidir si seguir o no - justo a la mitad de la serie de los 21 Arcanos Mayores.
Sin embargo ello no ha sido del todo bien visto por los doctrinarios, que se basan en la ciencia de los números - que le reconoce al 8 la virtud del equilibrio perfecto - para asignarle el lugar a La Justica.
Para quién empieza a adentrase en sus misterios, tal cuestión podría volverse un lastre en su intento por comprender al Tarot.
Pero no hay que olvidar que, según algunas investigaciones, los primeros mazos habrían carecido de una determinada numeración, por lo que la serie en que luego fueron colocados sus arcanos no sería más que aleatoria o dependiendo de cada tradición, sin que ninguna de ellas sea del todo correcta o inexacta.
Es por este tipo de peculiaridades que muchos especialistas elegimos adherir a la premisa de que no hay nada escrito en piedra en relación al Tarot, como probablemente tampoco lo haya en casi ningún otro tema esotérico, lo que nos lleva a ponderar aún más la necesidad de mantener siempre un pensamiento lo más amplio y flexible posible al momento de aproximarnos a él, y a experimentar por nosotros mismos para alcanzar la verdad, puesto que cualquier intento por asignar y considerar el aporte de alguno de sus teóricos como la única autoridad en la materia no sólo resulta inútil, sino también extremadamente limitante...
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TAROT DE MÁXIMO
imagen: La Giustizia - Antichi Tarocchi Lombardi (1810)
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