Esta nueva imagen del telescopio espacial Hubble se centra en NGC 5793, una galaxia espiral situada a unos 150 millones de años luz de distancia, en la constelación de Libra.
Tiene dos características particularmente llamativas:
Una hermosa franja de polvo, y un centro intensamente brillante, mucho más que el de nuestra propia Vía Láctea, o incluso que el de la mayoría de las galaxias espirales conocidas.
Y es que NGC 5793 es una de las muy extrañas galaxias Seyfert.
Las mismas tienen centros increíblemente luminosos, que se creen causados por agujeros negros supermasivos y hambrientos.
Estos son regiones finitas del espacio, en cuyos interiores existe una concentración de masa lo suficientemente elevada para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ellos.
Claro que sólo pueden atraer hacia su interior la materia que se encuentra a una determinada distancia de ellos.
Este área a su alrededor es lo que se conoce como 'horizonte de sucesos':
Todo lo que atraviese ese umbral no podrá escapar de su gravedad.
Sin embargo la materia que se encuentre más allá puede seguir orbitando en su curso habitual (por ejemplo, la Tierra orbita alrededor del Sol, pero no se precipita sobre él, cosa que sí sucedería si se acercase mucho, pues acabaría engullida por nuestra estrella).
Pero la cantidad y el tamaño de los hoyos que contiene este tipo de galaxias pueden ser miles de millones de veces más grandes que el Sol, atrayendo y devorando todo el gas y el polvo de su entorno.
De hecho, en este caso todo indicaría que sólo su núcleo está emitiendo cientos de veces la energía de una galaxia entera!
No hay duda, entonces, de por qué resulta de tanto interés para los astrónomos.
Pero además parece que alberga otros objetos, conocidos como máseres.
Mientras que los láseres emiten luz visible, los máseres emiten radiación de microondas.
El término maser proviene de las siglas Microwave Amplification by Stimulated Emission of Radiation (amplificación de microondas por emisión estimulada de radiación).
La emisión de los mismos es causada por partículas que absorben energía de su entorno, y luego la reemiten en el segmento de microondas del espectro.
Los producidos naturalmente, como aquellos observados en NGC 5793, nos revelan mucho acerca de ese entorno, pues este tipo se pueden observar sólo en áreas donde las estrellas se están formando.
Pero en NGC 5793 también hay mega-máseres, los cuales son miles de veces más brillantes que el Sol...
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fuente: hubblesite.org
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