Mucho se habla de la mediumnidad, sobre la conciencia o la inconsciencia de la misma, si es intuitiva, si es clarividente, o de incorporación, así como de sus diferentes vertientes, anímica, escribiente, etc.
No es de ello que se tratará en esta oportunidad, sino que orientaremos este estudio sobre la observación de la persona o el médium mismo, sobre todo su estado general, tanto en el sentido físico, como en lo espiritual, moral e intelectual.
Refiriéndonos a la salud del médium, deberá ser lo más buena posible, ya que cuando se está en estado de incorporación el cuerpo físico está recibiendo un importante impacto, tanto en sus funciones biológicas, como espirituales (los diferentes vehículos o cuerpo).
Es entonces que el cuerpo es el último receptor de las fuerzas que se están poniendo en movimiento y estas influyen en sus distintos órganos, especialmente en los riñones, ya que estos son los encargados de la reducción vibratoria de la entidad.
Por lo tanto la función de este no es que queda reducida, sino que por una cuestión de estática física (electricidad), las sales del cuerpo - en este caso trasladadas a los riñones por la sangre - tienden a cristalizarse, condición que hace que los médiums, luego de salir de la incorporación, puedan sentir dolores en esa zona, e incluso muy agudos, pensando que el motivo de la contractura ha sido la posición del cuerpo según el Pae o Mae que estuviese antes incorporando.
Por ello los médiums suelen consultar a sus jefes la razón de ese dolor, y a veces la contestación es 'que el guía es muy grande y por eso causa dolor'.
No obstante eso no es así, ya que la entidad no posee un cuerpo denso sino astral.
Por lo tanto no tiene masa física que ocupe un lugar restringido, y lo que se ajusta al físico es, precisamente, este cuerpo astral, en 'horma plástica' - por denominarla de alguna manera -, lo que en realidad hace que los riñones se sientan afectados y causen tal sensación.
También los pulmones se resienten, pero en este no tiene efecto biológico directo, ya que los pulmones son los encargados de la regulación de los líquidos del cuerpo, así que sólo pueden activarse un poco más para que luego los riñones los eliminen.
O sea que los pulmones, dependiendo de la necesidad del espíritu incorporado, sí pueden trabajar más, como también se puede notar una respiración inconstante, debido a la energía que necesite el guía.
Los oídos también reaccionan en la incorporación, por lo que es muy común escuchar a los médiums decir que sienten que estos se les tapan o que perciben ruidos de diferentes índoles, lo que es causado por el desbloqueo o desplazamiento de la contraparte física de la cabeza, ya que como tenemos oídos físicos, también los tenemos sutiles, y cuando se está incorporando el cambio produce eso.
Otras de las cosa que pueden pasar, es que estando encostados y en frente de alguna persona enferma, se vea como de la parte afectada se produce una segregación, como una especie de fluido, y que el color del mismo varía de acuerdo con el tipo de problema.
Todo esto es debido a la activación de la glándula pineal, que es la que nos causa la visión espiritual y que se encuentra actualmente en el entrecejo, pero que otrora, en la época media Atlante, todavía se encontraba fuera del cuerpo físico, como un apéndice que nos hacía percibir el medio ambiente que nos rodeaba.
Además, el alcohol, las drogas indiscriminadas, la limpieza e higiene tienen mucho que ver en la experiencia de la mediumnidad.
Por lo tanto, el médium deberá cuidar de no intoxicar al cuerpo físico, porque si no este se resentirá en extremo, y podría causar efectos negativos a su persona.
Si se toma alcohol en demasía - y mucho peor si es antes de las sesiones -, en primer lugar se desalinearán los centros de fuerzas (chakras), y en segundo se correrá el peligro de que en vez de incorporar a un guía espiritual, se lo haga de un espíritu vicioso que está esperando una oportunidad para poder tener al menos momentáneamente un poco de placer físico, saciando su sed de alcohol, lo mismo que de drogas, y cuando esto sucede - no importa su clase - todos hacen estragos en el campo magnético de la persona.
Quienes están en la religión Umbanda suelen escuchar que algunos consumen tales sustancias creyendo que de esa forma incorporan mejor.
Gran error, porque nada más lograrán atraer a ese tipo de bajos astrales, que lo único que pueden hacer es llevar al médium a su propia destrucción.
En cuanto a lo moral, se trata de ser honesto y portarse bien tanto con uno mismo, como con los demás, a no ser que se espere incorporar a un espíritu de la misma índole, mentiroso y que haciéndose pasar por un guía saque provecho de la ignorancia y vanidad del médium, y así consiga perjudicar a los otros.
Y en lo intelectual el médium tiene la obligación en primer lugar de estudiar la doctrina umbandista, sus fundamentos y todo lo que atañe a la religión en sí, ya que sin estudio no se llega a nada.
El enriquecimiento de este ayuda y en mucho a los distintos espíritus protectores de la persona, ya que al aprender él (o ella), también le son transmitidos los conocimientos a sus espíritus comunicantes.
De esa manera, estos podrán expresarse de mejor forma y más libremente...
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TAROT DE MáXIMO
fuente: artículo de Daniel de Xangó Aganjú
para Centro Umbanda Fevsiha (centrofevsiha.com.ar)
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