En las experiencias cercanas a la muerte (ECM), la anécdota más frecuente es que las personas viajan por una especie de túnel oscuro, acercándose cada vez más a lo que ven como una hermosa luz brillante.
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Explicaciones científicas
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Hasta ahora las explicaciones que se han dado con un enfoque científico no terminan de convencer.
Carl Sagan postuló que el sistema neurológico tendería a reiniciarse tras la experiencia traumática de la muerte, por lo tanto la luz al final del túnel sería una regresión al momento del parto.
La luz correspondería a la salida del útero (que se encuentra oscuro) al exterior, fuertemente iluminado.
Las personas conocidas serían las figuras de los padres.
Y la sensación de bienestar sería suministrada por las endorfinas de la leche materna.
No obstante, hay dos argumentos en contra de esta teoría: La primera es que un niño nunca nace mirando hacia delante - sino exponiendo la coronilla -, y la segunda es que la experiencia del viaje a través del túnel la han vivido también personas que han nacido por cesárea.
En 1976 se sugirió que las ECM eran una forma de disociación, que actuarían como defensa ante la amenaza extrema de muerte, y que se suelen ver en víctimas de traumas severos, que disfrazarían esa realidad - para ellas intolerable - con estas supuestas 'fantasías más agradables'.
Pero en cambio las mismas son percibidas por personas que la experimentan como completamente reales, al contrario de lo que ocurre con los típicos estados de disociación.
Así mismo, las ECM se diferencian de la despersonalización en que lo alterado no es el sentido de la identidad propia (el yo), sino la asociación de ese yo con las sensaciones corporales.
Otra hipótesis sugiere que la falta de oxígeno en el cerebro - provocado por el deterioro físico del cuerpo en el momento cercano al deceso - puede producir un efecto similar al que suelen sufrir algunos pilotos de aviones caza cuando hacen un pull-up (aumento de altitud), tirando fuertemente de sus mandos para ascender.
La fuerza centrífuga les empuja contra el asiento con tal magnitud, que la sangre se les va para los pies.
Así, el cerebro se queda sin oxígeno y se produce lo que se llama un black-out (apagón).
Va desapareciendo la visión periférica, cerrándose el campo visual en una especie de túnel, hasta que por finalmente se pierde el conocimiento.
Una consecuencia segundaria es la visión de un centro más iluminado que se va ampliando.
Sin embargo, en estos casos la capacidad de juicio se reduce y los pensamiento son erráticos, mientras que en las ECM las personas parecen razonar con claridad, e incluso afirman que su conciencia está mucho más despierta.
Además el black-out no explica las otras experiencias que narran los moribundo: Encuentros con seres divinos, diálogos instructivos, etc.
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Explicaciones espirituales (esotéricas)
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Muchas de las personas que la experimentaron, asocian la luz con Dios o con lo divino.
Dicen que a pesar de ser muy intensa, no deslumbra, y que se experimenta una increíble sensación de paz, amor y dicha en ella.
Y usualmente aparece una presencia espiritual (Jesús, un ángel, un maestro, etc.) quien recibe a la persona y le enseña aspectos profundos de la existencia.
Lo que lleva usualmente a los que tienen algo de conocimiento espiritual a decir que fue un encuentro con su Dios interno, su Yo superior.
Esto es imposible de demostrar de manera científica - dado que trasciende lo que actualmente los humanos son capaces de detectar aun con aparatos muy sofisticados - pero concuerda perfectamente con la enseñanza esotérica.
Y de hecho, los maestros espirituales siempre han advertido que para demostrarlo se requiere del desarrollo de unos sentidos muy superiores, a los que no toda la humanidad ha despertado.
Para comprender debemos saber que el ser humano está constituido de siete principios: Un cuerpo físico y seis envolturas sutiles.
A medida que se asciende, los principios van teniendo menos forma, para volverse más parecidos a una especie de luz.
De hecho al Espíritu - que es el principio más elevado del hombre - los clarividentes lo describen como una luz radiante, la cual estaría formada por una pequeña porción de la propia 'Luz' divina.
Y es que el Espíritu es tan elevado, que para poder tener una interacción con los demás principios necesita de un intermediario, y ese intermediario es a lo que llamamos Alma.
Sólo que a esta comunicación cada quien la interpreta a su manera, basándose en su cultura o religión, por lo que seguramente sea esa la razón por la que los católicos ven a Jesús, los budistas a Buda, otros al mismísimo Dios, o a un ángel, un Maestro, un mandala, etc.
Pero lo más interesante de todo es que ese contacto en realidad puede darse en cualquier momento de nuestra vida, pero estamos tan apegados a las actividades mundanas, que para ello requerimos de situaciones extremas, como cuando estamos casi al borde de la muerte, momento en el que nuestra conciencia empieza a elevarse hacia los niveles más superiores, mientras los vehículos inferiores (cuerpo y otros) se van apagando...
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TAROT DE MáXIMO
fuente: Esotérica (esoterismo-guia.blogspot.com)
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