Elemento de poder: La mediumnidad - UN DON O UN CASTIGO?
En Occidente, el término mediumnidad se popularizó con la doctrina espiritista (o 'espírita').
El espiritismo ha traído a la superficie el mundo de los espíritus y su influencia en nuestra vida cotidiana.
Los esoterostas le llaman 'canalización'.
El médium siente la influencia de los espíritus, intermediando la comunicación entre el plano físico y el plano astral.
Siempre ha habido intercambio entre el espíritu encarnado y el desencarnado, desde nuestros ancestros.
Los chamanes siberianos practicaban el contacto con el mundo de los espíritus.
Curanderos, hechiceros, sensitivos y brujas, según la época y la cultura, son algunas de las denominaciones dadas a los médiums.
La mediumnidad está presente en todos los seres humanos, aunque de modo inconsciente, en grados varios.
O sea que es un atributo natural de los seres aquí encarnados, con la diferencia de que algunos poseen la capacidad ampliada para ese contacto, mientras que otros encuentran obstruidos sus canales de comunicación y viven casi completamente ajenos a la naturaleza espiritual que los acompaña.
Ignoran el potencial que guardan, velado en un mundo materialista y vuelto únicamente hacia los cinco sentidos.
La organización física, energética y astral define la condición de cada médium, para intercambiar entre los planos.
Además, otros factores son determinantes en la cualidad mediúmnica, como la disposición mental, las creencias y el grado de consciencia.
De cualquier forma, algunos espíritus traen una mayor predisposición para el contacto mediúmnico en su constitución y eso es independiente de sus conceptos religiosos y espirituales, o de evolución espiritual.
Entonces, que sea un castigo o un don dependerá del conjunto multidimensional del ser y del uso que haga de este 'sexto sentido'.
Podemos sustituir la palabra castigo por aprendizaje.
Todo sufrimiento es causado por la ignorancia, por desconocimiento de uno mismo.
Un patrón mental enfermizo, que arrastra la ilusión del poder, del apego a las pasiones, del orgullo, son características del ego, que desconecta al ser de lo divino.
El que trae de sus vidas pasadas un desajuste en sus cuerpos dimensionales, causado por su patrón mental, sus vicios y delincuencias, probablemente sufrirá también en esta vidalas consecuencias funestas de su frecuencia vibratoria inferior.
Por ello su mediumnidad le puede parecer un castigo.
No obstante, es tan sólo una consecuencia de su patrón energético actual.
Sentirá la presencia de los espíritus sufridores, con una vibración semejante a la suya.
Así, como resultado de sus malas elecciones, su mediumnidad se convierte en un sufrimiento, pero también en la oportunidad de alterar su sintonía, por la transformación interior, a través del autoconocimiento.
Necesitará aprender a amar con intensidad y ser capaz de alcanzar los corazones de los espíritus que lo acosan, reconectándose con el sabio maestro que le habita.
Con el tiempo la transformación llegará y será redentora tanto para él como para los espíritus que le son afines.
Para otra persona la mediumnidad será un don, porque ya ha conquistado el dominio sobre sí misma y la consciencia de su esencia espiritual.
Y puede clasificarse como mediumnidad natural y mediumnidad de tarea.
La natural - presente en cada uno de nosotros - es la que se amplía a medida que el espíritu progresa y expande su consciencia.
La de tarea se traduce en un compromiso asumido por el ser para el trabajo de auxiliar en la transformación espiritual del planeta y de la humanidad, a través de su mediumnidad , que está por encima de la media, así como de su grado evolutivo, transformándose en primer lugar a sí mismo.
En ninguno de los dos casos la mediumnidad es un castigo.
La de tarea puede considerarse como un tipo de rescate, pero nunca un castigo.
Porque de hecho todo espíritu que renace en la Tierra trae consigo una tarea que realizar y siempre la mediumnidad le acompañará en su ejecución.
Sea un médico, un administrador, un operario.
Un padre, una madre, un hijo…
Todos somos influenciados por el plano espiritual.
Todos venimos a rescatar algo a través de nuestra vida profesional y familiar.
Por tanto, la mediumnidad es un castigo únicamente para aquel que no la comprende y no la emplea debidamente.
Porque para que no se convierta en eso, para empezar el médium tiene que estar en condiciones físicas saludables.
Cuidar la alimentación, practicar actividades físicas, tener contacto con la naturaleza.
Ser conciente de sus emociones y pensamientos, poniendo luz en sus propias tinieblas.
Entender que sus negatividades son oriundas de fijaciones mentales, traumas y vicios de esta y de otras vidas, y que así como ver, escuchar, sentir, oler y saborear otorga sentido a la vida material, la mediumnidad lo hace con respecto a la espiritual.
Hemos de aprender a elegir nuestra sintonía vibratoria, desarrollar nuestro sexto sentido y nuestras comunicaciones con los espíritus.
Acoger en nuestro corazón el amor que nos prodigan, para poder compartirlo con aquellos que aún se encuentran tan carentes...
--------------------------------------
elementos de poder en
TAROT DE MáXIMO
fuente: traducción libre de un artículo
de Nadya Prem para Somos Todos Um
(somostodosum.com)