En el pórtico de la Iglesia de Santa Maria en Cosmedin (Roma, Italia) se conserva una antigua escultura romana que desde hace mucho viene llamando la atención y causando curiosidad entre los turistas de todo el mundo.
Esta es la Bocca della Verità (La Boca de la Verdad en español), una máscara hecha de mármol durante el periodo Clásico romano, con rasgos humanos y una gran barba, que pareciera de algún viejo sabio o dios.
En total pesa unas 12 toneladas, y mide 1,8 metros de diámetro por 20 centímetros de espesor.
Se cree que la escultura era parte de una antigua fuente romana, y que por ella fluía el vital líquido, aunque algunos piensan que en realidad era una gran máscara, puesto que tiene agujeros y estos no muestran señales de desgaste por el agua.
No obstante, no se sabe con certeza para qué fue diseñada, y todas las versiones que oigas sobre este pedazo de mármol son sólo meras especulaciones.
La Bocca della Veritá apreció en la película Vacaciones en Roma de 1953, lo que probablemente causó que su fama creciera enormente en todo el mundo.
Pero otra razón - por la cual es tan famosa - es por las leyendas asociadas a la misma, leyendas que se comenzaron a formar en la Edad Media.
Es por todos conocido que supuestamente funciona como un detector mentiras, y que todo aquel mentiroso que ponga su mano dentro de la escultura, la perderá de inmediato.
De hecho, existe una curiosa historia sobre la mujer de un hombre romano muy rico al respecto.
El hombre romano acusaba a su mujer de cometer adulterio y la mujer obviamente negaba las acusaciones, por lo que su esposo decidió someterla a una prueba con el sistema en cuestión.
La mujer sabía que mentía, y que por eso perdería su mano, así que planeó una estrategia muy inteligente: un día, en un lugar muy concurrido, el hombre que era su amante se acercó a ella y la besó profundamente, ella fingió que no lo conocía y armó toda una escena donde se mostraba sumamente molesta por lo sucedido.
Su estrategia dió resultado pues el día en que pusó su mano en la Boca de la Verdad, ella afirmó que jamás había besado a otro hombre que no fuera su esposo y el sujeto que la besó unos días atrás.
Ciertamente no estaba mintiendo - y su mano se salvó -, pero se dice que desde entonces la Bocca de la Veritá perdió su credibilidad, y ya no funciona tanto como un detector de mentiras.
Pero, te animarías a de todas formas colocar tu mano en ella?
Yo lo estaré haciendo en la mañana del cercano martes 20 de octubre de este 2015, durante el paso por Roma en mis próximas vacaciones, junto con otros lugares sagrados y fantásticos de Europa.
Ojalá sea cierto eso de que ha dejado de ser inflexible!...
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