El antahkarana se supone un antiguo símbolo proveniente de la India y el Tíbet, aunque también se han encontrado versiones de él en China y América.
Tal término en idioma Sánscrito significa 'órgano interno', siendo antah ‘interno’ y karaṇa 'órgano'.
Pero su verdadero origen se pierde en la noche de los tiempos, por más que ciertamente siempre se haya usado para la meditación y la sanación.
Hoy en día lo podemos encontrar en cualquier parte, incluso puede que lo veamos tanto que no le demos el valor que se merece, probablemente ajenos al hecho de que ha estado al alcance de sólo unos pocos durante milenios.
Se podría decir que simboliza la parte más espiritual del ser humano, lo más sagrado, y lo innombrable.
Sus tres brazos simbolizan los tres aspectos esenciales del ser - cuerpo, mente y espíritu -que unidos en el centro forman la totalidad, el más allá, el vacío.
Por eso es un símbolo que nos ayuda a cruzar el umbral, a desprendernos de nuestros condicionamientos, y a alcanzar la iluminación.
Al utilizarlo para meditar se lo puede emplear de distintas formas.
Por ejemplo, nos lo podemos poner delante y mirarlo fijamente, relajando la vista, viéndolo en su totalidad y dejando que los pensamientos vayan desapareciendo hasta que nos hacemos uno con el símbolo.
También podemos cerrar los ojos y tratar de visualizarlo.
Si nos cuesta, podemos alternar el mirar con el visualizar hasta que seamos capaces de recrearlo sin necesidad de tenerlo delante.
Otro ejercicio es observarlo muy fijamente, después cerrar los ojos y contemplar el negativo que se crea en la mente.
En fin, existen muchas posibilidades de meditación con este símbolo, y jugando con él nos podemos inventar alguna nosotros mismos.
Pero los usos que posee van bastante más allá de la misma.
Otra manera de aprovecharlo es para la sanación.
También existen muchas posibilidades.
Podemos hacernos uno de gran tamaño en cartulina, y ponernos nosotros mismos u a otro delante del mismo durante varios minutos.
O dejarlo bajo la camilla mientras nos hacemos Reiki, para potenciar el tratamiento.
También hacer siete antahkaranas, cada uno con el color de los diferentes chakras mayores, y colocárnoslos encima de estos.
Pero si lo que deseamos es utilizarlo para la protección y la purificación energética, una manera sencilla es crear posavasos con lo contengan, cuestión que este purificará todo aquello que bebamos.
También se puede tener colgado en una pared, para que limpie y armonice la habitación, ya que es efectivo para ello.
Pero igualmente se puede poner debajo del colchón o la almohada, y así estaremos potenciando no sólo nuestros sueños, sino a la vez su recuerdo.
Hoy en día se venden múltiples objetos con el antahkarana, todos ellos pueden sernos útiles.
Por ejemplo, existen cojines para meditar con el mismo bordado, entonces al sentarnos en ellos la vibración de este nos ayuda en la meditación.
Puede que parezca demasiado, pero sólo con poner la mano encima de este poderoso símbolo notarás la energía que desprende, aún sin que seas el mejor psíquico (inténtalo con la foto que acompaña!).
O también mirándolo de perfil, y verás a su energía igual como si se tratase de un aura.
Y se han creado diferentes versiones (ying/yang, masculino/femenino,etc.), de acuerdo a la ligeramente distinta disposición y grosor de sus líneas, pero en realidad casi no se diferencian del original.
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