A la edad de veintisiete años me diagnosticaron con cistitis intersticial, una inflamación crónica de la vejiga que causa la infección del tracto urinario.
Ahora tengo veintinueve y aún experimento los síntomas, pero he mejorado mucho.
He pasado tiempo buscando respuestas a este enigma médico, para el que los doctores dicen que no hay cura.
Al principio, mi investigación me llevó por un camino de frustración y desesperanza, hasta que me di cuenta de que mi forma de pensar era lo que estaba frenando mi curación.
Entonces decidí cambiar mi pensamiento de 'tengo que curarme para ser feliz' a 'estoy disfrutando de mi viaje de sanación y busco la felicidad en cada momento que puedo'.
Con una condición crónica de compañera, entiendo lo abrumador que esa declaración puede resultar.
Es difícil aceptar que estamos sufriendo.
Sin embargo, con sólo cambiar de forma de verlo nos ayudamos a abrir la mente a la búsqueda de modalidades de sanación que trabajarán para nosotros, y nos ayudarán a aliviar la presión.
Sentir que necesitas encontrar una cura definitiva es algo muy pesado para cargar, máxime tratándose de una enfermedad crónica, y la mayoría de quienes desarrollan estas por lo general se caracterizan por ser perfeccionistas: Sé que yo lo soy!
Pero de lo que no nos damos cuenta es que la presión es un obstáculo para nuestra curación.
Por eso es en realidad la aceptación lo que nos ayudará a seguir adelante en nuestro viaje de sanación.
A continuación voy a compartirte lo que he aprendido acerca de la curación a través de mis incontables horas explorando la Internet, y de mi experiencia personal.
Aquí van las 5 cosas que he encontrado en mi búsqueda:
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Sé consciente de lo que te pones en el cuerpo
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Creo que las enfermedades crónicas son creadas cuando una 'tormenta perfecta' se produce en nuestros organismos.
Cuando se empareja un malestar emocional con una brecha en la inmunidad del cuerpo, este se torna vulnerable a esa 'gota que rebasa el vaso', la que hace que el mismo entre en modo de ataque.
Para mí, creo que fue cuando empecé con una nueva píldora anticonceptiva.
Con una historia de dolor crónico de espalda, el uso excesivo de anticuerpos, una mala dieta, niveles de estrés increíbles, y desequilibrios hormonales, la nueva píldora anticonceptiva fue la gota que hizo que mi cuerpo pasara a atacar a mi vejiga, y causara un círculo vicioso que me llevaría a este viaje de sanación.
Hubo un momento en que mi vida se consumió en la búsqueda en Internet de las respuestas mágicas para la curación.
Ello me dio una sensación de control durante un momento en que me sentí como una víctima indefensa.
Pero me di cuenta que también me provocó a sentirme completamente abrumada por la gran cantidad de información contradictoria que encontré.
Por cada artículo que decía que ser paleo (estilo primitivo de alimentación, todo muy natural y básico, como en la época de las cavernas) era la forma de combatir las enfermedades crónicas, encontraba dos más diciendo que ser vegano era la única manera.
Y es que cada persona es diferente, y es importante encontrar los alimentos que funcionan mejor para ti, no los que caben en la caja de una dieta específica.
También me parece que cuando comienzas siendo muy restrictivo con tu dieta, ya te estás conduciendo al fracaso.
Empezar despacio, en la introducción de nuevas formas de comer, es la clave del éxito.
No hagas caso a cada nueva tendencia que encuentres respecto a la mejor forma de comer, más allá de los resultados sorprendentes con los que te digan que cuentan.
Para mí, las dietas a base de plantas, libres de alimentos procesados y azúcar, tienen más sentido.
Pero cualesquiera otras restricciones con los alimentos que tú decidas efectuar, debe basarse en tu propio cuerpo.
Usa tu sentido común, y cuestiona a los médicos y curanderos sobre las pastillas y hierbas que recomiendan.
No todo el mundo tiene nuestros mejores intereses en su corazón, o está bien informado.
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Tú no estás averiado(a)
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Cuando lidiamos con una enfermedad crónica tendemos a culparnos a nosotros mismos, y eso nos hace sentir rotos, buscando desesperadamente una manera de arreglarnos a nosotros mismos.
Pensamos que si hubiésemos manejado el estrés mejor, o atendido a nuestros sentimientos no resueltos, no tendríamos - para empezar - la enfermedad.
He pasado años leyendo libros de autoayuda con la esperanza de encontrar el secreto de la felicidad.
Mientras que los mismos a menudo proporcionan técnicas de afrontamiento útiles, y buenos consejos, a la vez dan a entender que es necesario que nos arreglemos algo para poder ser felices.
Es como creer que debo sentirme limitada, o que me estoy autosaboteando.
Sin embargo, la práctica de la autoaceptación de todas las partes de nuestro ser, incluyendo nuestros problemas de salud, es más productiva para nuestro viaje de sanación.
Eso no quiere decir que no podamos probar algunas cosas para mejorar o cambiar hábitos negativos o patrones de pensamiento contraproducentes.
Pero lo cierto es que cuanto más tratemos de ocultar o hacer desaparecer partes de nosotros mismos que no nos gustan, más se van a agrandar en nuestro interior.
Y tú no necesitas librarte de una enfermedad crónica para merecer algo de amor y aceptación.
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Se tu propio defensor(a)
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Por desgracia, no podemos tomar en consideración la palabra de todos los médicos acerca de nuestra salud, los medicamentos y los alimentos que ponemos en nuestros cuerpos.
Por eso es tan importante educarnos a nosotros mismos lo mejor que podamos, antes de decidirnos a tomar un nuevo medicamento o probar un nuevo tratamiento.
Sopesa los pros y los contras del mismo, y asume la mejor decisión que puedas.
Tómate el tiempo para encontrar un solo médico, pero que sea la mejor opción para tu viaje de sanación.
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No dejes que otros te hagan sentir que tu enfermedad es culpa tuya
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Las enfermedades crónicas, para las que es difícil identificar la causa, pueden ser difíciles de aceptar para la gente, porque la idea de sufrir una de ellas, que no se pueda predecir o solucionar, causa miedo, incluso a quienes no la portan.
Esto hace que a veces algunos hasta culpen a quien la sufre, aunque no sean ellos mismos, porque se sienten frustrados al ver que sus seres queridos no están mejorando.
Nadie entiende tu batalla mejor que tú.
No lo tomes personalmente cuando alguien hace un comentario ignorante.
Esos comentarios vienen de un lugar de miedo dentro de sí mismos.
Siempre es importante tomar la responsabilidad de tu salud y efectuar las mejores decisiones posibles, pero a veces el desarrollo de la enfermedad no se detiene, por más que estés realizando el mejor esfuerzo.
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Algunas de las respuestas a la curación ya están dentro de ti
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Todo el mundo tiene algún tipo de poder curativo dentro de sí.
No hay que subestimar la capacidad del cuerpo para sanar dadas las circunstancias adecuadas.
Puede ser sólo una pieza del rompecabezas, pero está ahí.
La sociedad nos enseña que todo lo que tenemos que hacer es tomar una píldora y nos vamos a sentir mejor.
Esta forma de pensar coloca el poder lejos de nosotros y nos mantiene en el papel de víctima.
Los medicamentos y hierbas pueden ser útiles y una clave importante para tu curación, pero no lo son todo.
Y el componente mental para la curación es tan importante como lo que elegimos para poner dentro de nuestro cuerpo para ello.
La meditación, el yoga, y practicar la gratitud te ayudará a conectarte con tu ser interior y preparar tu mente y cuerpo para la curación.
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Tu viaje de sanación puede ser diferente al mío, y parte de esta información puede no servirte.
Y puedes estar en un punto en el que no estás dispuesto a cambiar, es comprensible.
Yo todavía estoy aprendiendo cosas nuevas sobre lo que es mejor para mi salud cada día.
Honra donde estás ahora y entiende que cada día es una nueva oportunidad para cuidar de ti, siempre dando un pequeño paso a la vez...
Feliz sanación!
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consejos del tarot en
TAROT DE MáXIMO
fuente: artículo Healing Is a Journey, Not a Destination
(and You’re Not Broken) publicado en
Tiny Buddha (tinybuddha.com)
imagen: La Templanza del Golden Tarot
de Liz Dean
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