A finales del siglo XVII, el escritor francés Charles Perrault publicó en su obra Cuentos de Mama Oca, un compendio de relatos y narraciones populares inspirados en leyendas o en personajes reales.
Uno de los más conocidos es Barba Azul, protagonizado por un terrorífico asesino de mujeres, a las que encerraba y mataba en su castillo.
Pero el personaje histórico que lo inspiró no es otro que Gilles de Rais (1404-1440), con la diferencia de que las víctimas de este no eran en realidad mujeres, sino niños.
Con apenas 20 años, Gilles de Laval, barón de Rais, era ya un joven de atractiva elegancia y sorprendente belleza.
Su negra barba - de azulados reflejos - hizo que se le empezara a llamar Barba Azul.
Había recibido una esmerada formación intelectual y militar, que lo llevó a tomar lugar al lado de Juana de Arco como primer teniente, a favor de su amigo el rey Carlos VII.
Sirvió con tal distinción en las distintas batallas de la época, que fue recompensado con el título de Mariscal de Francia.
La suerte le seguía sonriendo desde su venida al mundo en 1404.
Descendía de una de las familias más ricas y poderosas de Francia, y a los once años había heredado una de las mayores fortunas del país, que se había incrementado tras casarse a los dieciséis, con su prima e inmensamente rica, Catalina de Thouars.
Por aquel entonces su vida transcurría con total normalidad, incluso acababa de ser padre de una niña y era uno de los nobles más ricos de Europa.
No obstante su conducta cambiaría tras la captura de su protegida Juana de Arco.
El joven Mariscal trató de salvarla con una obstinación casi obsesiva, pero de poco le iba a servir, pues Juana acabaría siendo quemada en la hoguera.
Tras el duro shock de haber perdido a la mujer que idolatraba en secreto, Gilles se separó de su esposa y se encerró en su castillo de Tiffauges, negándose a tener contactos sexuales con ninguna mujer.
Entonces comenzó una insólita carrera de crímenes y sacrilegios contra la Iglesia, pues trataba de desafiar a Dios por haber permitido que Juana fuese torturada y quemada, hasta volverlo un demonio capaz de torturar y asesinar a unos 200 niños.
Primero, para divertirse, empezó ordenando que se organizasen, en sus múltiples castillos, lujosísimas fiestas y representaciones teatrales, que eran conocidas en toda Europa, pero sus excesivos gastos pronto empezaron a menguar su fortuna y se vio obligado a vender varias de sus propiedades.
Preocupado por tales pérdidas, se fue aficionando a la Alquimia e hizo que se instalase un laboratorio en un ala del castillo, donde trabajaba sin apenas dormir, ayudado por alquimistas y magos importados de toda Europa, a la búsqueda de la piedra filosofal - capaz, según la tradición esotérica - de transformar los metales en oro.
Al cabo de cierto tiempo, su sueño de oro no acababa de madurar, sino que todo lo contrario, los alquimistas y magos le costaban una fortuna que lo iba arruinando más y más, hasta que desengañado despidió a la gran mayoría.
Los pocos que quedaron a su mando no tardaron en persuadirlo que sólo con la ayuda del Diablo podría conseguir el oro que necesitaba.
Es por ello los historiadores opinan que su primer homicidio fue cometido con el propósito de realizar un pacto con este, para lograr sus favores.
Pero tras haberle cortado las muñecas a la víctima, haberle sacado el corazón, los ojos y la sangre, ni se le apareció el Diablo ni logró trasformar el metal en oro.
Lo único que habría logrado sería el haber descubierto su pasión secreta: la tortura, la violación y el asesinato de niños.
Asaí, a partir del verano de 1438 comenzaron a desaparecer varios muchachos de la misma ciudad de Nantes y de los pueblos de los alrededores, y la mayor parte ocurrían cerca de la mansión del barón de Rais.
También hacía entrar en su castillo a algunos de los niños mendigos que pedían limosna frente al puente levadizo, que eran retenidos contra su voluntad por sus servidores, violados y desmembrados posteriormente.
La sangre y otros restos se conservaban para propósitos mágicos.
Tras las numerosas desapariciones, poco a poco las sospechas se fueron tornando hacia la persona del barón, pero nadie se atrevía a acusarle, pues aunque más empobrecido seguía siendo un personaje muy poderoso, y sus víctimas - en cambio - sólo eran gente muy humilde.
Por otro lado, los proveedores no cesaban de amenazar a los padres que reclamaban a sus hijos desaparecidos, y en todas partes se hacía el silencio.
Ya a principios de 1440, llegaron los rumores hasta la corte del duque de Bretaña, quién ordenó abrir una investigación sobre los secuestros y la posible implicación del barón de Rais.
Finalmente el duque envió soldados al castillo de Tiffauges.
Entonces vieron que aquel era un verdadero castillo de torturas, un infierno!
El 13 de septiembre fue detenido en su el pueblo de Machecoul por un grupo de soldados, quienes hallaron en su propiedad los cuerpos despedazados de 50 adolescentes.
El duque de Bretaña le hizo compadecer ante la justicia, acusado de haber asesinado e inmolado entre 140 y 200 niños en prácticas diabólicas.
Se le infligieron todo tipo de torturas para obligarle a confesar sus crímenes, que se obstinaba a negar pese a las evidencias, pero fue sólo la amenaza de la excomunión lo que le indujo a hacerlo detalladamente.
Durante el juicio, el cínico monstruo afirmó que su mayor placer era sentarse sobre los estómagos abiertos de sus víctimas para ver cómo agonizaban.
En octubre, Gilles aceptó voluntariamente todos los cargos que se le imputaban y confesó que había disfrutado mucho con su vicio, a veces cortando él mismo la cabeza de un niño con una daga o un cuchillo, y otras golpeando a los jóvenes hasta la muerte con un palo y besando voluptuosamente los cuerpos muertos, deleitándose sobre aquellos que tenían las cabezas más bellas y los miembros más atractivos.
Al amanecer del 26 de octubre fue llevado a un descampado junto con dos de sus más destacados cómplices, para ser ahorcado y quemado en la hoguera.
En el patíbulo manifestó públicamente su arrepentimiento, instando a todos los presentes a no seguir su ejemplo y pidiendo humildemente perdón a los padres de las víctimas.
Aseguran que murió aferrándose desesperadamente a su fe cristiana...
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TAROT DE MáXIMO
fuente: Viralnova (viralnova.com)
imagen: Gilles de Rais por krukof2
(deviantart.com)