Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitado espíritu superior que se revela a sí mismo en los más pequeños detalles que somos capaces de percibir con nuestra frágil y débil mente.
La más bella y profunda emoción que nos es dado sentir es la sensación de lo místico.
Ella es la que genera toda verdadera ciencia.
El hombre que desconoce esa emoción, que es incapaz de maravillarse y sentir el encanto y el asombro, está prácticamente muerto.
Saber que aquello que para nosotros es impenetrable realmente existe, que se manifiesta como la más alta sabiduría y la más radiante belleza, sobre la cual nuestras embotadas facultades sólo pueden comprender en sus formas más primitivas.
Ese conocimiento, esa sensación, es la verdadera religión....
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irreflexiones desprogramadoras en
TAROT DE MáXIMO
fuente: carta de Albert Einstein a la Asociación
Central de Ciudadanos Alemanes de la Fe Judía (1920)