Cada vez que cambiamos de coche, o después que algo nos ha pasado con él (robo, accidente, etc) es muy natural tener esa sensación de que otra vez podría sucedernos.
Por eso es que esta sencilla simpatía nos ayudará a protegerle, cuestión de que podamos estar un poquito más tranquilos a la hora de dejarlo estacionado, o salir con él de viaje.
Sólo tendremos que primero tratar de adquirir una piedra preciosa, semipreciosa o simplemente bonita.
Podrá ser cualquiera siempre que nos guste mucho.
Luego deberemos dar tres vueltas en el sentido de las agujas del reloj y alrededor del vehículo (sea automóvil o similar) manteniendo a esta en el interior de la mano izquierda y bien cerrada, de la forma más apretada que podamos, mientras que con la derecha sostenemos una varita de incienso encendida - tratando que sea de la fragancia más intensa que podamos conseguir -, para así lograr liberarlo de cualquier energía mal calificada que le hubiese estado afectando.
Una vez realizado el pequeño ritual desecharemos lo que quede de incienso, pero la piedra la colocaremos en una bolsita o paño rojo, y a la guantera, donde quedará aunque no estemos en él.
Y cada vez que descendamos deberemos recordar visualizar cualquier tipo de espíritu protector que seamos capaces de imaginar, cuidando de nuestro bien mientras estemos ausentes.
Y listo, ya habrá quedado espiritualmente guardado, más allá de que también tomemos cualquier otra medida de precaución de las que estemos acostumbrados...
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TAROT DE MáXIMO
imagen: Art Fitzpatrick
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