Giorgio Nardone es el creador de la Terapia breve estratégica, modelo centrado en la búsqueda de soluciones como base para entender cómo funciona un problema.
Su nuevo libro (Psicotrampas) es el resultado de más de 30 años de estudios de soluciones terapéuticas, ya que - según él - 'la única manera de conocer bien el problema es a través de su solución'.
Así categoriza las 'trampas mentales' que el ser humano construye a través de sus mecanismos psicológicos y que, repetidas durante mucho tiempo, pueden acabar derivando en una psicopatología grave.
El ser humano se ha complicado la vida al aplicar unos mecanismos determinados sin preocuparse de los resultados, o - dicho de otra forma -, utilizando siempre la misma estrategia a la hora de afrontar problemas distintos.
En el peor de los casos, estos mecanismos han acabado derivando en esas 'psicotrampas', ya que 'la naturaleza no nos ayuda, pero la cultura tampoco nos ha salvado'.
Nardone cree que la espontaneidad es sólo una ilusión, rechaza las teorías que aseguran que modelamos nuestras pautas de comportamiento durante nuestra infancia, y se muestra crítico a la hora de hablar del pensamiento positivo.
-La espontaneidad - de la que muchas veces nos valemos a la hora de buscar soluciones - no existe. Ella no es más que el último aprendizaje que se ha convertido en una adquisición. Si repito algo un cierto número de veces luego acaba saliendo natural - dice.
- Pero que algo haya podido funcionar en nuestro pasado no tiene por qué funcionar en el presente, y más cuando la tipología del problema es distinta - agrega.
Es que nuestra mente hace que elaboremos la misma estrategia con cualquier tipo de problema, y eso es erróneo ya que sólo nos lleva al fracaso.
Y que definimos nuestros patrones conductuales en la infancia también es un mito.
En el momento en el que tenemos capacidad de racionamiento - aproximadamente desde los 14 años -, somos nosotros mismos los que construimos nuestra realidad.
La realidad no es lo que nos han impuesto en la infancia, sino lo que nosotros hacemos con los demás.
Cada persona es responsable y artífice de su destino.
La visión de que estamos moldeados o condenados por algo que nos sucedió durante los primeros años es un argumento obsoleto desde el punto de vista del psicoanálisis.
Construimos la mayoría de problemas nosotros mismos a través de nuestras tentativas equivocadas a la hora de resolverlos.
Si la estrategia no funciona e insistes, complicas más el problema en lugar de resolverlo.
Así que lo primero que tenemos que hacer es observar cuáles han sido nuestras tentativas de solución y, si no funcionan, cambiarlas y dejar de insistir, que es lo que solemos hacer espontáneamente.
Por lo pronto hay que empezar a aceptar que cada persona percibe la realidad desde diferentes puntos de vista y dejar de esperar de los otros que hagan lo que haríamos nosotros.
Por eso es importante aprender a ver la realidad con los ojos de los demás y tener previsto que ellos harán algo diferente.
Con esto prevenimos desilusiones o sentirse herido por una expectativa falsa.
Por ejemplo, si estoy convencido de que mi pareja no me da suficientes atenciones y se lo digo constantemente, el resultado que voy a obtener es justamente el contrario.
Otro ejemplo que tiene que ver con nosotros mismos: si hacemos algo y fracasamos, muchas veces seguimos insistiendo y repitiendo lo mismo pensando que algún día en algún momento esto saldrá bien.
Nos transformamos en el burro que quiere mover el árbol con la cabeza.
Al mismo tiempo, se suele decir que un hombre es fuerte cuando no se rinde y sigue insistiendo.
Hay cierta presión social a seguir insistiendo y no desfallecer, pero eso es absurdo cuando la estrategia es equivocada de base o no sirve para ese problema concreto.
Otro discurso que se ha consagrado es el del pensamiento positivo para atraer cosas buenas a tu vida.
Es un mito moderno que viene de esta filosofía americana del 'piensa positivo y todo irá bien'.
Si le digo a una persona que está deprimida que piense en positivo lo único que obtendré es que se deprima aún más y tendrá un efecto contrario, como sucede con todos los problemas compulsivos.
Pensar en positivo para superar el dolor produce el efecto contrario.
Cuándo funciona este tipo de pensamiento?
Cuando las cosas ya van bien!
Entonces sí que puedes lograr que las cosas vayan aún mejor; pensar en positivo cuando hay cosas trágicas hace que eso vaya todavía a peor.
Qué hay que decirle, entonces, a una persona que está triste o pasando por un momento doloroso?
Depende del motivo de su tristeza.
Si es porque algo va mal en su vida, se deben analizar sus tentativas de solución y mirar de cambiarlas.
Ver qué psicotrampas aplica y encontrar una solución.
Hay muchas personas que están tristes porque se esfuerzan en ser felices.
A esta gente hay que enseñarle, al menos una vez al día, a darle un espacio a esta tristeza y hacerle concentrar en las cosas que le hacen sufrir para que tomen conciencia.
El efecto puede ser doble: o pones toda tu tristeza en este espacio y luego quedas libre, o cuanto más intentas estar triste voluntariamente tu cabeza irá en dirección contraria.
Con este efecto paradojal bloqueas tu tristeza y reaccionas.
Es la técnica de 'la peor fantasía', que es exactamente la opuesta al pensamiento positivo.
Se trata de una técnica de autoengaño voluntario: me pongo en la condición de estar más triste para salir de ese estado.
Pero es un autoengaño terapéutico, mientras que pensar en positivo es un autoengaño que sólo funciona cuando no tienes un problema tan devastador.
Si el problema es más grande - como los derivados de las psicopatologías -, el pensamiento positivo no sólo no ayuda, sino que te hunde más...
-------------------------------
irreflexiones desprogramadoras en
TAROT DE MáXIMO
fuente: entrevista realizada a Nardone por Albert Domènech,
para La Vanguardia (lavanguardia.com)
imagen: Fast Food Nightmare (Leah Saulnier)