Lugar sagrado: Atapuerca (Burgos / España) - LA SIERRA DE LAS REVELACIONES
La Sierra de Atapuerca se encuentra limitada al este por la Sierra de la Demanda, al sur por el río Arlanzón y al norte por el río Vena.
La situación estratégica de la Sierra en el corredor de la Bureba, que forma un paso natural desde la Cuenca del Ebro al este hacia el interior de la Península Ibérica, explica la abundante presencia de humanos y animales en ella durante más de un millón de años.
Sus alrededores inmediatos, en los que hoy todavía existe una diversa fauna salvaje (corzos, jabalíes, zorros, águilas y buitres, entre otras especies), ofrecen tierras fértiles que fueron depositadas durante miles de años por el río Arlanzón y que actualmente, se aprovechan para cultivo de cereales.
Desde el punto de vista geológico, la Sierra es una pequeña colina formada por caliza, arenas y areniscas del Cretácico Superior (datadas en torno a los 80-100 millones de años), en cuya cubierta aparecen representados materiales del Cuaternario por terrenos aluviales y terrazas del río Arlanzón.
Durante milenios, en la Sierra de Atapuerca se produjeron cavidades subterráneas debido a las fluctuaciones en el nivel del río Arlanzón, ya que la caliza, sorprendentemente, se disuelve con el agua.
Desde hace al menos un millón de años, coincidiendo con el descenso de las aguas subterráneas, se han ido formando cavidades en su interior: salas y galerías.
Estas cavidades subterráneas se abrieron al exterior en varios lugares, formando cuevas que fueron posteriormente ocupadas por humanos y animales.
Luego, estas mismas cuevas se colmataron de sedimentos y sus entradas se colapsaron, conservando intacto su registro arqueológico y paleontológico.
La Sierra de Atapuerca nació para la investigación a finales del siglo XIX, cuando la compañía inglesa The Sierra Company Limited cortó una enorme trinchera de más de un kilómetro de longitud y hasta 20 metros de profundidad en la caliza de la Sierra para el paso de una línea de ferrocarril minero que transportaría minerales desde la Sierra de la Demanda hasta el pueblo de Villafría.
La construcción de esta Trinchera del Ferrocarril puso al descubierto numerosas cavidades colmatadas con rellenos pleistocenos, que hoy forman algunos de los yacimientos conocidos en la Sierra.
Los yacimientos de la Sierra conservan un registro paleontológico y arqueológico excepcional por su abundancia, extraordinaria preservación e importancia científica.
La cronología que abarcan los yacimientos de la Trinchera es muy amplia y corresponde principalmente a rellenos depositados du rante el Pleistoceno Inferior y Medio, con una antigüedad de entre 1.200.000 y 200.000 años.
Las herramientas líticas encontradas documentan la evolución tecnológica a lo largo de la evolución humana, desde que aparecieron las herramientas líticas por primera vez en su forma más primitiva (Modo 1) hasta la aparición de los seres humanos modernos (Modo 4).
La fauna recuperada también ha dado lugar a la identificación de nuevas especies de mamíferos, entre ellos, el Ursus dolinensis, el antepasado de los osos de las cavernas.
Casi todos los yacimientos han proporcionado restos humanos, algo excepcional en los yacimientos del Pleistoceno del mundo.
Además, la presencia humana más antigua constatada en Atapuerca se sitúa en torno al millón de años y corresponde a los que podemos considerar los primeros europeos, especie bautizada como Homo antecessor.
Actualmente hay cinco yacimientos principales en fase de excavación en la Sierra, de los cuales se puede visitar, por su accesibilidad al público, la Sima del Elefante, Galería y la Gran Dolina, que se concentran a lo largo de la Trinchera.
El visitante recorre una senda que sigue la Trinchera por su parte superior y brinda una excelente perspectiva desde la que se aprecia la magnitud, estratigrafía e importancia de estos yacimientos.
La información aportada a continuación sobre los yacimientos complementa la visita guiada, que también incluye una presentación audiovisual sobre la importancia de los hallazgos en los yacimientos de Atapuerca, que se proyecta en la recién reformada Cueva del Compresor, en la misma Trinchera.
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La Sima del Elefante - Lo más antiguo de Atapuerca
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Es el yacimiento de excavación más reciente en la Trinchera.
Adopta su nombre tras confirmarse, en el año 2001 y después de varias campañas de excavación, la existencia en él de restos de elefante.
Sus sedimentos alcanzan una profundidad de unos 15 metros que, cronológicamente, abarcan todo el periodo de ocupación humana correspondiente al Pleistoceno en la Sierra, siendo de especial interés sus niveles inferiores.
Estos, los más antiguos conocidos en Atapuerca, superan el millón de años en su base y contienen una fauna realmente espectacular, con una rica diversidad de carnívoros, herbívoros, micromamíferos, aves y hasta un primate, a menudo encontrados en conexión anatómica.
Más importante aún es la industria lítica que se ha encontrado en ellos, que constata la presencia humana más antigua en la Sierra de Atapuerca.
Por otro lado, los niveles superiores son mucho mas recientes; se sitúan en el Pleistoceno Medio y presentan, junto a abundantes restos de caballos y ciervos, útiles líticos de Modo 3 (la industria lítica llamada Musteriense).
Los hallazgos realizados hasta la fecha son muy prometedores e, indudable mente, la Sima del Elefante se convertirá en un yacimiento de referencia mundial.
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Galería - Trampa natural
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Fue el primer yacimiento excavado de forma sistemática en la Trinchera.
Se trata de una galería subterránea (TG) con apertura hacia el exterior en forma de una chimenea (TN), una sima en la parte derecha del yacimiento.
Esta chimenea parece haber servido como una trampa natural donde los animales de la zona cayeron frecuentemente, para ser aprovechados posteriormente por los carnívoros y humanos.
El acceso a la parte principal de la cueva parece haber sido a través de la Covacha de los Zarpazos (TZ), que se encuentra en la parte izquierda del yacimiento.
En los niveles excavados se han identificado cinco fases (TG IV) en el depósito de los sedimentos, con una presencia humana más importante durante TG III.
En esta fase se han catalogado hasta trece suelos distintos de ocupación humana donde abundan las herramientas líticas de Modo 2 (Achelense) asociadas a restos de caballos, ciervos, bisontes y rinocerontes.
La presencia de carnívoros como osos, leones, zorros, linces y otros también es evidente, tanto por los restos encontrados como por las marcas de dientes halladas sobre los huesos.
La cronología de los sedimentos de Galería podría ubicarse entre hace 200.000 y 400.000 años.
Junto a Galería, en la Covacha de Zarpazos, se ha encontrado un fragmento de cráneo y otro de mandíbula humana que pertenecen a la especie Homo heidelbergensis.
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La Gran Dolina - Cuna del Homo antecessor
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Es el yacimiento más conocido de la Trinchera.
Sus 18 metros de sedimentos componen once niveles geológicos distintos que recorren una secuencia que abarca desde hace un millón de años en su base (TD1) hasta hace unos 200.000 años en su nivel superior (TD11).
La presencia de humanos mas antigua en la Sierra se sitúa en torno a un millón de años, tanto en la base de la Sima del Elefante como en el nivel TD4 de Gran Dolina, donde se han encontrado herramientas primitivas de Modo 1 (la industria lítica llamada Olduvayense).
También se destaca la presencia de grandes carnívoros en los niveles inferiores de la Gran Dolina, como puede ser el tigre de dientes de sable, la hiena manchada (la más antigua conocida en Europa) o una nueva especie de oso que representa el ancestro del espectacular oso de las cavernas y que lleva el mismo nombre que el yacimiento, Ursus dolinensis.
Estos carnívoros eran, indudablemente, unos competidores formidables para los humanos de esa época remota en la lucha por los recursos más importantes que aportaba el medio ambiente: la comida y el refugio.
Pero fue el descubrimiento de restos humanos y herramientas líticas en el nivel TD6 el que ubicó para siempre la Gran Dolina en el mapa de la Prehistoria.
Su descubrimiento en el año 1994 también significó la prueba definitiva de una presencia humana de las más antiguas de Europa.
El nombre de la nueva especie establecida a partir de estos fósiles humanos, Homo antecessor, destaca el carácter explorador y pionero de estos primeros europeos que provenían de África.
La fauna que les rodeaba también incluía animales que hoy son exclusivamente africanos, como por ejemplo el rinoceronte.
Sin embargo, las sorpresas no acabaron aquí. Los investigadores de Atapuerca han identificado, en numerosos restos de Homo antecessor, marcas de cortes que sólo pueden haber sido producidas por una herramienta lítica.
La presencia de tales marcas, idénticas a las registradas también en los restos de fauna, sugiere que estos homínidos practicaban el canibalismo.
El nivel TD7 documenta una inversión magnética en los polos norte y sur de la Tierra, algo que ha ocurrido con frecuencia a lo largo del tiempo geológico.
Esta inversión se conoce como el límite Matuyama-Brunhes y define la frontera entre el Pleistoceno Inferior y el Pleistoceno Medio hace unos 780.000 años.
Dado que el nivel TD6 está por debajo de este límite, sabemos que los fósiles de Homo antecessor tienen, al menos, 780.000 años de antigüedad.
El nivel TD8 registra una interrupción en la deposición de los sedimentos en este yacimiento, ya que la fauna de su parte inferior muestra una clara continuidad con los niveles inferiores, mientras que la parte superior documenta la aparición de especies más modernas.
El nivel TD10 evidencia una época de uso intenso del yacimiento por parte de los humanos, y se caracteriza por un tipo de industria lítica difícil de definir, pero que parece ser el inicio del Modo 3 (Musteriense).
Las últimas novedades sobre la excavación en la Gran Dolina tuvieron lugar durante la campaña de 2003, cuando se descubrieron nuevos restos de Homo antecessor en el nivel TD6: un fragmento de cráneo inmaduro y una mandíbula.
Estos hallazgos confirman el gran potencial de los depósitos de la Gran Dolina y sugieren que queda mucho por descubrir sobre estos primeros europeos.
Los restantes yacimientos (Sima de los Huesos, Mirador, Portalón y Galería del Sílex) no son visitables en la actualidad por su difícil acceso, pero sus registros fósiles y arqueológicos son tan excepcionales como los hallados en la Trinchera.
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Sima de los Huesos - Un lugar especial
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Este yacimiento es una pequeña cámara situada en la base de un pozo vertical de unos 13 metros de profundidad ubicado en la parte más profunda de la Cueva Mayor, a medio kilómetro de distancia desde la entrada actual en el Portalón.
Sus sedimentos datan del Pleistoceno Medio, hace unos 400.000 años, y conservan una extraordinaria riqueza en fósiles de carnívoros y humanos.
Entre otras especies de carnívoros, la colección paleontológica recuperada de este yacimiento representa más de 180 individuos de osos de la especie Ursus deningeri.
El hallazgo de mas de 5.000 fósiles humanos de ambos sexos y distintas edades pertenecientes a la especie Homo heidelbergensis ha convertido a la Sima de los Huesos en el yacimiento más rico del mundo.
Se ha estimado que la colección de fósiles hu manos de la Sima de los Huesos compone el 90 por ciento del registro mundial conocido de este periodo, el Pleistoceno Medio.
Entre los restos recuperados de estos antepasados de los Neandertales destacan numerosos cráneos (entre ellos el conocido Cráneo 5), centenares de dientes, una pelvis completa (denominada Elvis), varios fémures y hasta los huesos más pequeños del cuerpo humano: los del oído.
La Sima de los Huesos nunca fue un lugar de ocupación por parte de los humanos.
Cómo llegaron sus huesos allí?
Todo indica que fue un lugar especial para aquellos pobladores; un lugar adonde se acudía para depositar a los miembros fallecidos del grupo.
La única pieza de industria lítica encontrada en la Sima (en 1998), un bifaz, llamado Excalibur, de cuarcita roja y ocre, materia prima desconocida en los otros yacimientos de la Sierra de Atapuerca, así parece confirmarlo.
Estamos ante el primer ajuar de la Prehistoria, lo que implicaría la existencia de una mente simbólica, capaz de reflexionar sobre el significado de la vida y la muerte, en el Homo heidelbergensis.
Tanto por su extraordinaria riqueza paleontológica como por las profundas implicaciones del descubrimiento del bifaz, la Sima de los Huesos es, sin duda, un yacimiento único en el mundo.
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Mirador, Portalón y Galería del Sílex - La Edad del Bronce en la Sierra de Atapuerca
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La Sierra de Atapuerca seguía formando un lugar de ocupación humana mucho después de que desaparecieran los Neandertales y la época de los glaciares.
Los yacimientos del Mirador, el Portalón y la Galería del Sílex guardan registro de actividades humanas complejas durante épocas más recientes de la Prehistoria.
Aunque la Sierra fue habitada durante el Neolítico (entre hace unos 5.000 y 6.000 años), la evidencia más espectacular se centra sobre todo en la época de la Edad del Bronce, entre hace unos 3.000 y 4.000 años.
Este periodo se caracteriza por un cambio radical en la relación entre los seres humanos y su entorno, con la aparición de los primeros asentamientos permanentes, una economía basada en el pastoreo y la agricultura y una sociedad marcada por las divisiones jerárquicas.
El yacimiento del Mirador es el más alejado del complejo de yacimientos en la Sierra de Atapuerca.
Sin embargo, esta cueva formaba parte importante en la vida de los humanos de la Edad del Bronce.
El descubrimiento de una fosa con restos de hasta seis individuos de ambos sexos y diversas edades y datado en 3.670 años indica que ésta fue usada como una cueva sepulcral.
El inicio de nuevas excavaciones en el Portalón de Cueva Mayor ha permitido documentar durante la Edad del Bronce (hace entre 3.690 y 2.900 años) el desarrollo artesanal de la cerámica decorada, adornos personales de hueso, asta o marfil y la fabricación de punzones de hueso y bronce.
Ambas cuevas, el Mirador y el Portalón, son muy prometedoras, ya que la riqueza de sus depósitos se desconoce.
Sin embargo, hay otro yacimiento que hoy en día ofrece vestigios aún más espectaculares sobre la complejidad de la vida durante la Edad del Bronce: la Galería del Sílex.
Esta cueva forma parte del sistema kárstico que compone la Sierra de Atapuerca, y se cerró al mundo exterior en algún momento remoto durante o justo después de la Edad del Bronce.
Este hecho fortuito explica por qué hoy se conservan prácticamente intactos sus suelos de actividad humana y su arte rupestre.
En una de sus cámaras se han encontrado restos de decenas de individuos humanos y de animales domésticos y salvajes junto con herramientas líticas y óseas, cerámicas fragmentadas y amplia evidencia de actividades de carácter ritual.
También hay abundantes pinturas y grabados a lo largo de las paredes que forman todo el conjunto de galerías.
Algunas de las iconografías representadas en el arte rupestre se han encontrado también figuradas en las cerámicas de este yacimiento.
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Más allá de las cuevas - Vida y muerte al aire libre
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Pero aquellos humanos prehistóricos no sólo ocuparon cuevas, sino que también dejaron rastros de su presencia en toda la Sierra.
Tras una amplia prospección se ha localizado al menos 50 yacimientos al aire libre, uno de los cuales, el Valle de las Orquídeas, tiene entre 27.000 y 30.000 años de antigüedad.
Estos lugares no fueron elegidos al azar, sino por los recursos naturales que reunían, como la cercanía del agua o la existencia de materiales útiles para fabricar sus herramientas, o bien porque ofrecían una buena perspectiva de dominio del entorno para la caza.
Y estos yacimientos al aire libre no se limitan al Pleistoceno, como lo atestiguan los dólmenes que se encuentran tanto en la base de la Sierra como en los alrededores de la ciudad de Burgos.
Esas estructuras hechas con grandes losas de piedra eran los monumentos funerarios del Neolítico, y consistían en un pasillo que llegaba a una cámara central, que podía alcanzar los 25 metros de diámetro y los 2 metros de altura.
Tal presencia humana tan constante sugiere que es más apropiado hablar de toda la Sierra como un único yacimiento, ocupado por distintas especies de humanos y animales durante el último millón de años...
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lugares sagrados del mundo en
TAROT DE MáXIMO
fuente: artículo Yacimientos de la Sierra de Atapuerca
editado por el Patronato de Turismo de la Provincia de Burgos,
con textos de Rolf Quam (perteneciente al Equipo Investigador de Atapuerca),
y publicado en Atapuerca Tv (atapuerca.tv)
imagen: créditos en la misma
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