El siguiente es un muy simple ritual, que no por ello requiere de menos precaución al momento de ser efectuado, ya que se deberá usar algo de fuego.
Y tampoco por sencillo será menos potente, ya que quienes lo han realizado dan fe que - hecho, eso sí, con suficiente fe y convicción - da buenos resultados.
* se necesita:
- los boletos de lotería o del juego al que se haya apostado
- una vela amarilla (dinero y abundancia), no importa el tipo
- lápiz negro común, de madera (nobleza y transmisión)
- una hoja de laurel (símbolo de victoria) seca
- un trozo de cinta blanca (atracción y pureza de intención)
- fósforos (cerillas) la pólvora que aleja cualquier corte
- tener en claro a alguien a quien se quiera beneficiar (lo que se da retorna)
* se debe proceder así:
- Se ata la hoja de laurel, con la cinta, a la vela amarilla, sin importar las vueltas o nudos que sean necesarios.
- Se anota en el trozo de papel, con el lápiz, los números del o los billetes.
- Se enciende con los fósforos la vela, y mirando fijamente a su llama, se visualizan esos números siendo favorecidos el día del sorteo.
- Mientras tanto también se solicita mentalmente la suerte propia y la de todos los que hayan jugado, y se establece la promesa (que bajo ningún pretexto se eludirá cumplirla!) de entregar una parte del premio a alguien que se quiera bonificar, ya sea porque lo necesite o simplemente para agradecer o apoyar, se trate de una persona en concreto o alguna organización.
- Seguidamente, con la mano diestra se quema el papel donde se anotaron los números, a la vez que con la otra se sostienen los billetes.
- Por último, se deja consumir la vela con el laurel.
- Hasta el momento el sorteo, se deben guardar los boletos en el lugar de la casa que esté más al norte, si se está en el hemisferio sur, o más al sur, si se está en el norte.
Lo ideal es que sea en un lugar en el que no haya corrientes de aire, y si se pueden evitar los campos electromagnéticos del cableado, que podrían interferir, mejor, así que lejos de enchufes o similares.
Lo mismo en cuanto a realizarlo en día viernes y/o cuando la Luna esté en creciente, pero en su defecto se puede intentar también en cualquier otro momento, pues todo dependerá en última instancia de cuanta fuerza mental se le ponga.
Y a los restos de la hoja de laurel y la vela se los desecha como cualquier residuo, pues su función ya ha sido cumplida.
Ahora sólo queda esperar el día del sorteo, confiando en que la suerte sonría...
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