La anticoncepción es una de las mayores bendiciones que le han sucedido a la humanidad en toda la historia humana.
Es la mayor revolución.
Ninguna revolución es tan importante comparada con la invención de los anticonceptivos, porque a través de los anticonceptivos la mujer puede llegar a ser igual que el hombre.
Sólo mediante los anticonceptivos puede la mujer tener todos los derechos que el hombre siempre ha reclamado para sí mismo.
De otra forma, ella estaría casi siempre embarazada.
La mujer no podía trabajar en una fábrica, no podía trabajar en una oficina, no podía ser médico, no podía ser profesora.
Como mucho, podía tan sólo ser ama de casa, y esto significa simplemente ser una criada doméstica.
Y gastaba toda su vida dando a luz.
No podía hacer otra cosa, no podía pintar, no podía escribir poesía, no podía tocar música, no podía bailar.
Cómo vas a bailar si estás continuamente embarazada?
Es algo tan deprimente, tan repugnante.
Pero en el pasado todo su trabajo era ser como una fábrica, seguir dando a luz a niños.
Empezaba hacia los catorce años y continuaba mientras el hombre tenía la suficiente potencia para seguir procreando.
Tener dos docenas de hijos no constituía una excepción, una docena era algo muy normal.
Pero una mujer que da doce hijos al mundo, o dos docenas de hijos al mundo, no tendrá tiempo para nada más.
Esa es la causa básica de la esclavitud de la mujer.
Y cuando estaba continuamente embarazada y enferma e indispuesta a causa del embarazo, tenía que depender del hombre, dependía económicamente del hombre.
Y si dependes económicamente del hombre, no puedes ser libre.
La economía es uno de los factores fundamentales.
Si el dinero viene del hombre, entonces el dinero viene con ciertas condiciones.
Si necesitamos una humanidad en la que el hombre y la mujer sean iguales, entonces los anticonceptivos deberían usarse todo lo posible, deberían ser algo normal!
Los anticonceptivos han transformado la cualidad misma del sexo: el sexo se vuelve algo divertido.
El sexo ya no es algo tan serio como solía ser.
Se vuelve como un juego, dos cuerpos jugando uno con otro, eso es todo.
No hay nada de malo en ello.
Juegas al fútbol, qué tiene de malo?
Juegas al vóleibol, qué tiene de malo?
Es algo entre dos energías corporales.
El sexo también es un juego, pero antes no lo era.
Antes de los anticonceptivos, era algo muy serio.
Los anticonceptivos han erradicado toda esa seriedad.
Y es normal que ahora las religiones tengan miedo, porque su edificio entero se puede desmoronar a causa de los anticonceptivos.
Lo que los ateos no pudieron hacer en siglos, los anticonceptivos lo pueden hacer en décadas.
Ya lo han hecho: los anticonceptivos han liberado al hombre de los sacerdotes.
Los anticonceptivos son una bendición, pero el Papa no puede estar a favor de ellos porque su poder está en juego, y no sólo el Papa, sino todos los jefes de las demás religiones, los shankaracharyas y los ayatolás y los imanes, estarán en contra de los anticonceptivos.
Todo su negocio está en peligro.
Yo estoy a favor de los anticonceptivos.
Deberían usarse abundantemente.
A los niños deberían enseñarles los padres y las escuelas a usar los anticonceptivos, para que el sexo sea algo divertido, para que pierda toda aquella seriedad.
Sólo entonces se puede liberar la mujer.
Sin los anticonceptivos la mujer está destinada a seguir siendo una esclava.
La mitad de la humanidad viviendo en la esclavitud no es una escena agradable de ver.
Y el Papa está también en contra del aborto.
Por qué está esa gente en contra del aborto?
Están siempre hablando de la inmortalidad del alma.
Entonces, por qué tener miedo al aborto?
El alma es inmortal, así que no hay pecado en el aborto.
Lo único que has hecho al abortar es evitar que el alma entre en este cuerpo.
El alma encontrará otro cuerpo, si no es en esta Tierra, será en alguna otra, porque los científicos dicen que hay al menos cincuenta mil planetas.
Ese es el número mínimo de los que albergan vida.
Puede que haya más, pero cincuenta mil es casi seguro.
Así que si no es en este planeta, será en algún otro...
Y es bueno cambiar de gente, qué hay de malo en ello?
Si este planeta se está poniendo demasiado lleno, llevar alguna gente a otros planetas...
Eso es lo que hace el aborto.
El alma dice: 'Puedo entrar, señora?', y tú dices: 'No, esto ya está demasiado llena. Prueba en alguna otra puerta'.
Y hay otras posibilidades, así que no estás destruyendo nada.
Esa misma gente por un lado dice que la vida es inmortal, que el alma es inmortal, y por el otro te asustan diciéndote que estás matando un alma, que estás matando una vida, hacen que te sientas culpable.
Solo hay dos posibilidades: o el alma es inmortal y entonces no has matado nada; o el alma es mortal, y entonces tampoco has matado nada.
Y estas son las dos únicas posibilidades.
O crees en la inmortalidad del alma, y entonces no has matado nada porque no hay nada que se pueda matar, o crees en la mortalidad del alma, y entonces no hay nada que matar; no hay alma realmente, sólo hay cuerpo.
Y tenemos que decidir cuánta gente puede vivir gozosamente en este planeta.
Pero hay también una estrategia oculta detrás de ello: a los sacerdotes, los papas y los demás, no les gustaría que el hombre viviera gozosamente, por la sencilla razón de que si la gente empieza a vivir con gozo, con alegría, con dicha, a quién le va a importar su Paraíso y su cielo?
La gente tiene que vivir totalmente desgraciada, sólo entonces puede predicar: 'Mira, esta vida es un valle de lágrimas. Busca la otra vida, la vida del más allá. Esta vida es un infierno, así que no pierdas el tiempo viviéndola. Usa el tiempo encontrando otra vida, la vida divina'.
Les conviene que el mundo permanezca desdichado.
Y psicológicamente se las han arreglado para mantenerte desdichado, psicológicamente están intentando mantenerte desdichado, y biológicamente, de todas las maneras posibles te están haciendo tan desdichado que tienes que acudir a ellos por consejo, tienes que considerarlos tus salvadores.
Mi visión es diferente.
Yo mantengo la idea de que esta vida, aquí y ahora, tiene capacidad para hacerse celestial.
No es necesario anhelar ningún otro cielo, ningún otro paraíso.
Podemos transformar esta vida en un fenómeno muy bello.
El aborto no es un pecado; en este mundo superpoblado es una virtud.
Y si el aborto es pecado, entonces el Papa polaco, la madre Teresa y compañía son los responsables, porque están en contra de los anticonceptivos, están en contra de los métodos de control de la natalidad, están en contra de la píldora.
Esa es la gente causante de todos los abortos, ellos son los responsables.
En mi opinión son grandes criminales!
En este mundo superpoblado, en el que hay gente hambrienta muriéndose, estar en contra de la píldora es simplemente imperdonable!
La píldora es una de las contribuciones más significativas de la ciencia moderna a la humanidad, puede convertir la Tierra en un Paraíso.
Pero ciertamente en ese Paraíso no habrá huérfanos, y entonces, qué pasará con la madre Teresa y los misioneros de la caridad?
Y en ese Paraíso, quién escuchará al Papa polaco?
La gente será tan feliz, a quién le va a importar esa gente?
Y quién pensará en un Paraíso después de la muerte?
Si el Paraíso existe aquí y ahora, entonces no hay necesidad de inventar, proyectar, soñar, fantasear un Paraíso en el más allá.
Han fantaseado el Paraíso en el más allá porque hemos vivido en el infierno en esta Tierra.
Y este infierno les viene muy bien a los sacerdotes, a la gente que se llama religiosa, a los santos, a los papas, a todo tipo de ayatolás y shankaracharyas, a todos esos tipos de embaucadores.
Todos ellos están en contra de la píldora.
Si tienen algo contra la píldora, entonces convertidla en polvo!
Si el problema es que sea una píldora, entonces trituradla!
Encontrad alguna otra forma.
Esa es la gente causante de los orfanatos, los abortos, y les viene muy bien.
Están haciendo un buen trabajo!
He oído algo sobre dos hermanos; solían tener un negocio.
Su negocio era: uno de ellos entraba en un pueblo por la noche y ponía alquitrán en las ventanas y las puertas de la gente, y por la mañana se iba.
Por la mañana llegaba el otro hermano, gritando por las calles del pueblo: 'Limpio el alquitrán! Si alguien quiere que le limpien las ventanas, aquí estoy!'.
Y por supuesto, tenía mucho trabajo, todo el pueblo le necesitaba!
Para cuando terminaba, el otro hermano ya había destruido las puertas y ventanas de algún otro pueblo, y entonces llegaba este otro hermano.
Les iba muy bien y estaban ganando mucho dinero!
Esto es lo que está haciendo esa gente.
Están en contra de la píldora, estás en contra de los anticonceptivos, están en contra de la esterilización, están en contra de todas las técnicas de control de la natalidad, y así, naturalmente, habrá abortos, habrá huérfanos y mendigos.
Entonces les puedes servir y ganar grandes virtudes, porque sin servicio nunca irás al cielo.
Esa pobre gente es necesaria como trampolín para que tú vayas al cielo...
A mí me gustaría destruir la pobreza, no quiero ayudar a los pobres.
Ya basta!
Durante diez mil años los tontos han estado ayudando a los pobres; no ha servido de nada.
Pero ahora tenemos la tecnología suficiente para destruir la pobreza por completo.
Así que si hay que perdonar a alguien es a esta gente.
Es al Papa, a la madre Teresa, etcétera, a quienes hay que perdonar.
Son criminales, pero su crimen es de una naturaleza tal que se necesita mucha inteligencia para comprenderla...
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irreflexiones desprogramadoras en
TAROT DE MáXIMO
fuente: El libro de la mujer - Sobre el
poder de lo femenino
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