El alquimista (O Alquimista, 1988) es un libro escrito por el escritor brasileño Paulo Coelho, que ha sido traducido a más de 63 lenguas y publicado en 150 países, llegando a vender un total de 65 millones de copias en todo el mundo.
La obra trata sobre los sueños y los medios que utilizamos para alcanzarlos, sobre la importancia del azar en nuestra vida, y las señales que se presentan a lo largo de esta.
A continuación la síntesis de su argumento completo, representado por los arcanos del mazo Sharman-Caselly...
En Andalucía, un joven pastor llamado Santiago pasea por
las llanuras contemplando la naturaleza.
Mientras descansa con sus ovejas en un pasto andaluz,
tiene un sueño repetido,
por lo que decide acudir a una gitana
para que le interprete el sueño.
Después de quedar descontento con la respuesta que recibe,
se sienta en un banco de la plaza a leer un libro,
y allí conoce a un anciano
que dice ser el mismísimo rey de Salem
(la 'tierra prometida', uno de los nombres de JeruSalem).
Tras tener una conversación con él, en la que le deja
claro que es alguien muy especial, Santiago decide hacerle caso y emprender
un viaje por el norte de África, en busca del tesoro
que supone enterrado bajo las pirámides de Egipto.
En su camino conocerá a un sinfín de personas
que, como él, buscan su propia Leyenda Personal.
Cuando llega a una ciudad del norte de África,
decide buscar a alguien que lo llevase a las pirámides.
En un bar conoce a un hombre al que confía su dinero,
pero lo pierde todo, porque resulta ser un ladrón.
El muchacho, desolado y completamente desilusionado,
decide buscar dinero para regresar a España con sus ovejas.
Así es que se encuentra un vendedor de vidrios
para el que trabaja,
hace que mejore su negocio y así consigue el dinero
para regresar a España y comprar algunas ovejas.
Pero lo que quiere en realidad es ver realizada su Leyenda Personal,
razón por la cual se termina embarcando en una caravana
que lo llevará hasta Egipto, pasando por un oasis.
Durante su viaje hasta allí conoce a un estudiante inglés de Alquimia
(la antigua ciencia oculta de los magos)
cuyo sueño es el de transformar cualquier metal en oro.
Con él comienza a aprender el lenguaje del desierto,
es decir 'el lenguaje del mundo',
el cual se compone de señales.
En ese trayecto se desata una guerra
entre los clanes del desierto,
por lo que la caravana viaja con miedo y en continua tensión.
Cuando llega al oasis ve que es un sitio maravilloso,
y allí conoce a una chica llamada Fátima, de quien se enamora perdidamente.
Un día decide dar una vuelta por el desierto y pasear por los alrededores del oasis.
De repente, cuando se pone a descansar, recibe una señal en la forma del lenguaje del mundo:
Ve dos gavilanes enfrentándose y - como en un espejismo -
un gran ejército acercándose!
Se lo comunica inmediatamente al jefe del oasis.
Seguidamente el jefe se prepara y el ejército anunciado
efectivamente asalta el oasis,
pero la victoria es de los locales, que ya estaban advertidos.
El jefe del oasis premia al muchacho por su hazaña
y le da 50 monedas de oro.
Un día, paseando por el oasis, conoce a otro alquimista,
quien lo prueba para saber si en realidad maneja el lenguaje del mundo,
el cual, después de comprobarlo, le cuenta que le ayudará a realizar su Leyenda Personal.
El muchacho ya había conocido el amor con Fátima y no quería dejarla.
Por eso al principio contesta que debido a ese amor no podría continuar buscando su tesoro,
pero recuerda que - tal como ella misma le ha dicho - toda mujer del desierto
sabe esperar a su hombre hasta que regrese.
Entonces vuelve a partir hacia el desierto con el alquimista.
Viajan durante semanas,
pensando siempre en un posible asalto de los miembros de
los diferentes clanes en guerra.
Cuando pasan por un campamento, unos hombres los detienen y los acusan de ser espías.
A duras penas el maestro alquimista logra explicarles que eso no es así,
sino que únicamente están viajando para encontrar la Piedra Filosofal,
que el muchacho también es un alquimista, y que para
comprobarlo hasta puede transformarse en viento.
Después de sacarles su oro, el general del campamento se compadece
y en vez de matarlos enseguida, accede a dejarle tres días para que Santiago
consiga comprobar que es de veras que puede transformarse en viento.
Al tercer día el general y sus hombres se acercan al muchacho,
que en ese momento se encontraba en una montaña.
Este se excusa aclarándoles que tardará un poco en transformarse en viento,
a lo que el general, comprensivo, accede.
Ahora el muchacho desesperado comienza a hablar con el desierto mediante el lenguaje del mundo,
señalándole que en realidad no tiene poder suficiente para transformarse en viento,
y solicitándole su ayuda.
Pero este le explica lo mismo, indicándole que deberá recurrir al sol.
El sol, avergonzado de no poder transformarlo, le dice que hable
con la Mano que lo escribió todo,
y el muchacho, reflexionando, llega a la conclusión de que ni el desierto, ni el viento,
ni el sol sabían lo que era el amor - lo único que podía hacerlo -,
porque el amor no es estar parado como el desierto, ni recorrer el mundo como
el viento, ni verlo todo desde lejos, como el sol.
El amor es la fuerza que transforma y mejora el Alma del Mundo.
Después de esto el muchacho comprende todo, se sumerge en el Alma del Mundo
y ve que es parte del Alma de Dios, y que esta última es también su propia alma,
y que siendo así puede, por lo tanto, realizar cualquier milagro.
Por eso se convierte en viento, y así el general lo deja marchar junto a su maestro.
Pronto llegan a un monasterio, lugar donde el alquimista le enseña como
se transforma el metal en oro.
Después de entregarle una barra al monje, y otra a Santiago,
la última barra se la vuelve a dar al monje, por si acaso Santiago
volviese a perder su dinero.
Seguidamente le comunica a su discípulo que de ahí en adelante deberá seguir
solo, y que nada más le faltan tres horas para llegar a las pirámides.
Entonces Santiago realiza el último esfuerzo y camina esas tres horas
por el desierto, hasta que por último
llega a las pirámides de Egipto, concretándose su sueño.
Una vez allí empieza a cavar en busca de su tesoro.
Pero, de pronto, se acercan a él unos asaltantes y le dan una paliza.
El muchacho, tendido en el suelo, les cuenta su sueño y todo lo que había pasado.
Uno de los maleantes, en el momento de irse, le relata como él también había tenido un
sueño repetido, en el que se encontraba en una iglesia abandonada de España
y encontraba un tesoro, pero que él no era lo suficientemente tonto
como para cruzar el desierto por un sueño repetido.
Y es ahí cuando el joven alquimista finalmente se da cuenta de todo!
Con el valor del último pedazo de oro que su maestro alquimista le había dejado al monje,
logra regresar a España, al lugar donde una vez había tenido ese sueño,
y comienza a cavar en aquella iglesia, hasta que encuentra el tesoro.
Seguidamente recuerda que debe pasar a darle una décima parte a la gitana,
tal como le había prometido - y a pesar de no creerle en aquel momento -,
antes de volver con su amada Fátima, la que le esperaba en el desierto...
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tarot dice en
TAROT DE MáXIMO
fuente (resumen junto a las cartas): Wikipedia
imagen: El Mago del Sharman-Caselli Tarot