Irán es un país con una importancia geopolítica significativa al encontrarse entre Oriente Próximo y Asia Central.
Sus grandes reservas de hidrocarburos (cuartas de petróleo y primeras de gas a nivel mundial) le confieren una situación de superpotencia energética en ascenso, reportándole desde hace décadas una sustancial renta petrolera.
Teherán - su capital -, además de ser el centro político, industrial, comercial y cultural del país, alberga una de las más espectaculares muestras de arquitectura de todo el planeta.
La Torre Azadi - símbolo máximo de la ciudad e icono de su horizonte - se define en Español como 'Torre de la Libertad', pero internacionalmente se la continua conociendo por el termino 'Azadi', sin traducir.
Construida en 1971 para conmemorar el 2.500 aniversario del Imperio Persa, con el nombre de Monumento Shahyad en honor al Sah (el emperador de Irán), pero tras la revolución iraní de 1979, el monumento pasó a ostentar su denominación actual.
Emblema de la modernización del país, posee una truncada estructura, revelando desde cada ángulo un sentido distinto de escala y perspectiva.
Dentro de ella existe un pequeño museo arqueológico y un mirador que permite ver con amplitud toda la capital iraní, además de la famosa Plaza, también 'de Azadi'.
Es definitiva, un monumento maravilloso, que a diferencia de otros íconos mundiales más célebres - como pueden ser la Estatua de la Libertad o la Torre Eiffel - se mantiene casi desconocida por completo en Occidente.
Su imponente estructura contrasta de forma soberbia con las inmensas montañas nevadas que siempre adornan Teherán en invierno, junto a las innumerables banderas iraníes que están por todas partes, y los interminables jardines de flores y arbustos que respiran en sus alrededores...
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