Una muñeca es una figura en forma humana que fabricamos para representar a una persona o un animal, y que en nuestro caso será utilizada en un encantamiento u otro ritual mágico, para provocarle un cambio a través de la magia simpática.
Como a esta altura ya sabes, la magia simpática trabaja con el principio de la similitud y del contacto asociativo - por ejemplo, para atraer efectos parecidos - y se basa en la idea de que alguien o algo puede ser afectado ejecutando alguna acción sobre un objeto que representa a esa persona o asunto.
En este caso, lo que utilizaremos para la 'simpatía' es una muñeca.
A su vez, para identificarla, debes conseguir otras cosas relacionadas con esa persona u objeto (por ejemplo un par de cabellos), aun cuando seas tú mismo/a sobre quien te dispones a trabajar.
El uso de muñecos en brujería y en magia se remonta a tiempos muy remotos, y el conocimiento sobre su uso ha sido mantenido en forma de cuentos, mitos, folklore y superstición.
De hecho tiene bastante mala fama debido al papel que incluso se les ha dado en las películas de Hollywood.
Filmes de terror en las que un brujo o brujas malísimas toman una muñeca de trapo, le clavan alfileres y le hacen todo tipo de perrerías, haciendo que la persona a distancia muera, o algo por el estilo, como en Las brujas de Eastwick.
De hecho hoy en día la gente cree que el Vudú es sólo hacer daño a través de muñecos.
Nada más lejos de la realidad.
El mismo tiene dos corrientes: la Lukumí (serpiente) y la Conga (arco iris).
Quien lo practique puede ser un 'rayado' (iniciado) en una u en otra o en las dos.
Pero - como siempre - depende de cada uno de nosotros el camino que elegido, así como sus consecuencias.
Lukumí es magia negra.
Si la practicas, te conviertes en Bokor (accedes a los secretos de la zombificación, entre otros) y si practicas Conga, realizas magia blanca.
En esta segunda opción lo que haces es valerte de las muñecas para obtener protección, prosperidad, suerte, amor, salud y felicidad en general.
Pero el uso de estas figurillas ni siquiera es exclusivo de la magia, sino que de forma parecida se han utilizado para otros menesteres, como en la medicina.
Hace miles de años, en la antigua China, a las mujeres les estaba prohibido desvestirse delante de un varón, por lo que para ser tratadas médicamente mandaban fabricar preciosas muñecas de marfil, con los detalles de su anatomía minuciosamente detallados.
Estas muñecas servían como comunicación entre el médico y el paciente.
El médico practicaba la curación sobre la muñeca y la paciente sanaba.
Así que ello es bastante parecido a este otro uso.
Sólo que aquí ni siquiera es precisa tanta minuciosidad ni realismo, pues pueden ser de trapo o madera, etc. y de la misma forma sirven para promover la salud.
Un ejemplo, nada más a modo orientativo de cómo usarla, es el siguiente:
Una vez le hayas puesto algo personal, sostén la muñeca entre tus manos, para cargarla con tus intenciones y energías curativas.
Susurra afirmaciones y bendiciones de sanación sobre la misma.
Úngela con aceite esencial de lavanda para transmutación.
Colócala en un triángulo de velas verdes para la sanación.
Y listo, esa es una manera de trabajarlas, aunque no sea la única.
Otra más clásica es pincharla con alfileres, pero teniendo en cuenta que en la tradición vudú cada uno de sus colores representan distintas cosas y emociones:
La de color rojo es para el amor, amarillo conocimiento y éxito, verde el dinero y buena salud, violeta espiritualidad, negro venganza (obviamente no recomendado), blanco energías positivas (buen kharma) y rosado la muerte (el menos aconsejado).
Una vez hayas decidido cuál emplearás, medita sobre cómo deseas que se manifieste lo que ese color representa en tu vida.
Por ejemplo, con tu alfiler amarillo, enfócate en los triunfos que quieres alcanzar.
Después de aclarar esto, pon el alfiler en el corazón o el estómago de tu muñeco vudú.
Esta área corresponderá a los deseos de tu corazón y tu intuición.
También podrías poner el alfiler en la cabeza para obtener conocimiento.
Repite este proceso para cada alfiler, antes de guardar la figura en algún lugar secreto, del que la sacarás sólo para renovar el pedido o cambiarlo.
Y luego espera y confía en que el universo te ayude a hacer que tus intenciones se manifiesten...
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