Cuántas veces tú y tus amigos o familiares, viven la misma situación y reaccionan de manera distinta?
Te enojas en ciertas ocasiones, cuando otros se mantienen tranquilos?
Todos creemos que nos enojamos por lo que nos pasa o por lo que la gente nos hace o dice.
Esto es sólo parcialmente cierto.
Veamos un ejemplo: Imagínate que estás parado en una fila, para entrar a algún lugar.
De repente una persona te pisa y escuchas que te dice:
- Perdón, fue sin querer.
Lo más probable es que no le des mucha importancia.
Pero qué sucedería si esto se repite varias veces?
Cómo crees que te sentirías?
Seguro que, después de cierta cantidad de pisotones, te enojarías, o no?
Ahora imagínate que lo ves a la cara - para reclamarle -y te das cuenta de que está ciego!!!
Crees que tu enojo se mantendría en el mismo nivel?
Seguramente no.
Muy probablemente disminuiría o se acabaría.
Pero por qué, si los pisotones los recibiste?
Porque tus pensamientos fueron los que cambiaron.
Antes pensabas:
- Qué se cree este ...?
Pero ahora pensaste:
- Pobre, no ve... -
El hecho de haber sido pisado no cambió, pero tus pensamientos sí.
Calificaste la situación y a la persona de una manera diferente, y tu furia disminuyó.
El enojo, como muchas otras emociones, puede desencadenarse automáticamente, brotar sin que nos demos cuenta del momento en que se inicia, y surgir sin que conozcamos la causa real que lo provoca.
Sin embargo, son nuestros pensamientos los que lo aumentan, mantienen o disminuyen.
Controla tus pensamientos y controlarás tu enojo...
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manual de crecimiento espiritual en
TAROT DE MáXIMO
fuente: artículo de Silvia Russek
para crecimiento-y-bienestar-emocional.com
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