Ángel nació en Jerusalén en el 1185, sus padres fueron judíos convertidos, y cuando murieron, él y su hermano gemelo Juan, decidieron entrar en el convento sobre el Monte Carmelo, en Palestina, cuna de la antigua orden monástica contemplativa de origen oriental, que tomó como nombre el monte, llamados por lo tanto como los Carmelitas.
Ángel fue ordenado como sacerdote a los 25 años, y más tarde, en el año 1218, le dieron la misión de ir a Roma para ilustrar y conseguir del papa Onorio III la confirmación de la nueva y definitiva Regla del Carmelo, la que este terminó aprobando en el año 1226.
Después de haber predicado fructuosamente en el pueblo de San Giovanni en Laterano, Ángel fue mandado a Sicilia, para predicar contra los cátaros.
La herejía catara se propagó después del año 1000, de oriente al occidente, llevando a concebir una antítesis primordial entre el bien y el mal.
Consideraban la Biblia como un libro atroz y monstruoso, por los relatos que contenían, crueles y llenos de sangrientas guerras, que no respetaban a sus semejantes.
El signo de la cruz era igualmente rechazado, por considerarlo una muerte ignominiosa, por lo tanto, no admitían la Eucaristía.
Según la comprensión cátara, el Reino de Dios no es de este mundo. Dios creó cielos y almas.
El Diablo creó el mundo material, las guerras y la Iglesia Católica.
Esta, con su realidad terrena y la difusión de la fe en la Encarnación de Cristo, era - según los cátaros - una herramienta de corrupción.
La doctrina católica tradicional, en cambio, considera que aquél vino dado por la carne y contagia en el presente al hombre interior, al espíritu, que estaría en un estado de caída como consecuencia del pecado original.
Para los católicos, la fe en Dios redime, mientras que para los cátaros exigía un conocimiento (gnosis) del estado anterior del espíritu para purgar su existencia mundana.
No existía para el catarismo aceptación de lo dado, de la materia, considerada un sofisma tenebroso que obstaculizaba la salvación.
Creían que no era posible que un Dios bueno se hubiese encarnado en forma material, ya que todos los objetos materiales estaban contaminados por el pecado.
Las persistentes decisiones de los concilios contra los cátaros en este periodo — en particular, las del Concilio de Tours (1163) y del Tercer Concilio de Letrán (1179) — apenas tuvieron mayor efecto.
Cuando Inocencio III llegó al poder en 1198, resolvió suprimir el movimiento cátaro con la definición sobre la fe del IV Concilio de Letrán.
Por lo tanto Ángel convenció a su compañera de dejarle, pero Berengario entonces lo atacó mientras predicaba en la iglesia, hiriéndolo mortalmente con cinco golpes de espada.
Fue transportado en una casa cercana por los fieles, dónde murió debido a las grandes heridas, el 5 de mayo de 1225.
Antes de fallecer le pidió a los habitantes del lugar que perdonaran al asesino.
Fue enterrado en la misma iglesia de su martirio, y su sepulcro se volvió enseguida en un sitio de peregrinación...
ORACIÓN
Oh glorioso San Ángel!
Gema preciosa de la mística viña del Carmelo,
perfecto seguidor del patriarca Elías,
espejo de cada heroica virtud,
por el inmenso amor que
les llevaste a Dios y a las almas,
hasta el martirio que sustentaste,
nosotros suplicantes
a ti nos encomendamos.
Sustenta nuestra fe,
realza nuestra esperanza
e inflámanos con el deseo
de copiar tus virtudes
para dar gloria a Dios.
Recuerda nuestras súplicas,
oh, potente abogado!
Sigue protegiendo a todos tus devotos
en cada flagelo, en cada dolor,
danos la alegría saludable
de la misericordia divina.
Amén
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fuente: santavirgenmaria.com
y wikipedia.com
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