Con frecuencia se oye hablar de un Tarot Astrológico y las personas tienden a pensar que se trata de un Tarot diferente.
Realmente no se trata de otro Tarot, sino de los mismos 22 Arcanos Mayores con sus 56 menores, sólo que a veces con un diseño diferente, en el cual se enfatiza la perspectiva astrológica mediantes sus alegórías y relaciones.
Pero, existe realmente algo que puedan tener en común?
La astrología tiene su origen en la Astronomía, que posee una indiscutible y consistente historia de 5000 años.
En la antigüedad los movimientos del cielo eran indispensables para la cosecha o las festividades religiosas.
Era indispensable tratar de tener bien ubicadas las cuatro estaciones sagradas del Sol, el día más largo y el más corto, etc.
A través de la exaustiva observación se descubrió que las estaciones tienen un comienzo, una fase principal y una transitoria, lo que llevó a la división de aquellos cuatro procesos en tres partes, y eso a la vez condujo a la noción de los doce Signos que conocemos hoy.
Los movimientos de los planetas por estos - y sus influencias en ellos - no son una más que otra forma de intentar explicar el mundo.
De ese modo, la Astrología se encargó de describir de manera única la relación entre el ser humano y el cosmos.
Por su lado, del Tarot se ha dicho que se trata de un misterioso libro de sabiduría que fue siendo transmitido, a través de los milenios, por agrupaciones secretas, antes de por fin salir a la luz en el siglo XV.
Al estudiarlo aprendemos a identificar su simbolismo en relación a los arquetipos universales.
La Astrología también está basada en arquetipos, en gran parte derivados de la mitología greco-romana, y basa sus principios en un orden universal, tal como el Tarot.
Esa es la razón por la que se pueden unir y hasta intercambiar sus significados.
Pero a la Astrología se le puede calcular, mientras que al Tarot no.
El sistema de las cartas se basa en circunstancias casuales, que para muchos son difícil de comprender, y por esta razón un oráculo calculado a muchos les parece una base más sólida (aunque no tengan en cuenta que ese cálculo también se basa en un momento 'casual', que es la fecha de su nacimiento, puesto que en principio tampoco hubo nada predeterminado para definir que esta se diese antes o después).
Así ambos métodos son comparables a los que siguen las dos más grandes luminarias en el cielo.
A la Astrología le correspondería el principio del Sol, que recorre siempre la misma trayectoria, constante y fácilmente predecible.
Y al Tarot las cualidades de la Luna, cuyo movimiento es menos fijo, que algunas veces crece, otras disminuye, puede estar en Nueva o en Llena, y hay veces en que ilumina la noche mientras que en otras desaparece totalmente, e incluso hay ocasiones en que puede llegar a brillar incluso durante el día.
Su método es más bien intuitivo, hasta mediúmnico, y habla el lenguaje figurado de las cartas, que se pueden también expresar con mayor claridad en las manos del profesional adecuado.
Es por eso es que muy probablemente un Tarotista también pueda entender un horóscopo, no siendo tan fácil al contrario, puesto que son necesarios otros 'dones'.
Sin embargo, y a pesar de las aparentes diferencias, los dos oráculos se basan en el mismo precepto:
Interpretar la cualidad del momento, aunque a su propia manera.
Observan lo visible, ya se trate de astros o naipes, y a partir de allí intentan alcanzar el sentido oculto de los mismos...
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información sobre el Tarot en
TAROT DE MáXIMO
imagen: Stargarden Astrology
& Wellbeing (stargarden.net.au)
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