Catalina nació hacia el 290, en el seno de una familia noble de Alejandría, en Egipto.
Dotada de una gran inteligencia, destacó muy pronto por sus extensos estudios, que la situaron al mismo nivel que grandes poetas y filósofos de la época.
Una noche se le apareció Cristo, y decidió consagrarle su vida, considerándose - desde entonces - su prometida (el tema del matrimonio místico es común en la espiritualidad católica).
El emperador Majencio (306-312) acudió a Alejandría para presidir una fiesta pagana, y ordenó a todos los súbditos hacer sacrificios a los dioses.
Catalina entró en el templo pero, en lugar de sacrificar, hizo la señal de la cruz, y dirigiéndose al emperador, lo reprendió, exhortándolo a conocer al verdadero Dios.
Conducida a palacio, reiteró su negativa a hacer sacrificios, pero invitó al emperador a un debate.
En la prueba del debate filosófico, los sabios resultaron convertidos al cristianismo, lo que provocó la ira del soberano, quien hizo ejecutar a los sabios, pero no sin antes proponerle a Catalina que se casara con uno de ellos, a lo que ella se negó rotundamente.
Majencio trató de convencerla con promesas, pero al no lograrlo mandó flagelarla y encerrarla en la prisión.
Allí fue visitada por la propia emperatriz y un oficial - Porfirio - que terminó por convertirse, junto con otros doscientos soldados.
Entonces el emperador ordenó que torturaran a Catalina utilizando para ello una máquina conformada por una rueda guarnecidas con afiladas cuchillas.
Pero la rueda se rompió al tocar el cuerpo de la joven, por lo que terminó saliendo ilesa, y es por eso que hoy se la considera patrona de todos los que usen algún tipo de rueda.
La emperatriz trató de interceder a favor de Catalina, pero fue decapitada, al igual que Porfirio y sus doscientos soldados.
Obstinado, finalmente Majencio ordenó la ejecución de Catalina decapitada por espada.
Su tumba fue encontrada siglos después al pie del Monte Sinaí, en el monasterio que lleva su nombre...
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Novena de Oraciones de Petición por una gracia especial (realizar a la misma hora durante 9 días seguidos)
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DÍA PRIMERO:
Oh! Dios que te dignaste revelar tu Santa Ley a Moisés en las cumbres del monte Sinaí y que para honrar a tu gloriosa sierva Virgen y Mártir Catalina, hiciste colocar su cuerpo en ese mismo monte, por ministerio de los ángeles, concédenos te pedimos que por sus méritos e intercesión logremos subir al monte santo que es Cristo que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.
(Petición)
DÍA SEGUNDO:
Oh! Santa Virgen, Tú que nutriste tu esperanza tan cuidadosamente, que la elevaste a entera confianza, intercede con Dios, a quién alabas, que derrame en el corazón de todos los cristianos este precioso bálsamo y la gracia que pedimos en esta novena si fuera para nuestra salvación y conforme a la divina voluntad. Amen.
(Petición como el primer día)
DÍA TERCERO:
Derramad, pues, ¡Oh! Caritativa Virgen de Alejandría, sobre todos los hombres desde esa Jerusalén dichosa en que habitas, los ardientes destellos de tu caridad, para que amándonos mutuamente y perdonando las injurias de nuestros enemigos podamos alcanzar a Dios, que nos perdone y la gracia que en esta novena le pedimos, si es para su mayor Gloria y bien de nuestras almas. Amen.
(Petición como el primer día)
DÍA CUARTO:
Ilustrada y Sabia Princesa, triunfa a nuestra obstinación como triunfaste de los filósofos de Alejandría y alcánzanos por tus ruegos la gracia de conocer más íntimamente a nuestro Dios, para amarlo con mayor intensidad y alcánzanos también el favor que pedimos en esta novena, si fuere del querer divino y para nuestra eterna dicha. Amen.
(Petición como el primer día)
DÍA QUINTO:
Humildísima Virgen SANTA CATALINA, nosotros te pedimos rendidamente, que nos alcances el sublime don de la humildad, para que reconociendo nuestra miseria volvamos nuestros ojos a aquel Dios infinitamente Santo a quien tu serviste y honraste con tan preciosa virtud, y alcánzanos de El la gracia que por tu intercesión pedimos en esta novena, si es para su mayor Gloria y salud de nuestras almas. Amen.
(Petición como el primer día)
DÍA SEXTO:
Oh! Gloriosísima Virgen SANTA CATALINA, por aquel don preciosísimo de la prudencia con que fuiste adornada, alcánzanos de la divina bondad, el que seamos prudentes en escoger y aplicar los medios de nuestra salvación y pídele también nos otorgue la gracia que le pedimos en esta novena si ella fuere de su divino agrado y para nuestro provecho eterno. Amen.
(Petición como el primer día)
DÍA SÉPTIMO:
Dichosísima Virgen Catalina, desde ese trono de Gloria en que habitas cantando dulcemente las alabanzas del Señor, protege a tus devotos y alcánzanos la virtud de la justicia y el favor que solicitamos en esta novena, si fuere conforme a la voluntad del Altísimo. Amen.
(Petición como el primer día)
DÍA OCTAVO:
Oh! Fortísima esposa de Jesús, alcánzanos de tu divino esposo la virtud de la fortaleza para que podamos vencer a nuestros comunes enemigos poniéndonos a cubierto con esta preciosa virtud en todos los combates contra el enemigo, en todas nuestras tentaciones y peligros, y alcánzanos con tu poderoso influjo lo que pedimos en esta novena, si fuere para mayor gloria de Dios y en bien de nuestra salud. Amen.
(Petición como el primer día)
DÍA NOVENO:
Oh! Purísima Virgen y Mártir Catalina, esfuerza hoy tu voz virginal hasta que resuene en el trono del Omnipotente; suplícale interponga los méritos de tu esclarecida pureza y de todas tus virtudes, para que nos hagas fieles imitadores tuyos y que consigamos la gracia que en esta novena hemos pedido, si ella hubiere de ser para gloria de El y de nuestra felicidad eterna. Amen.
(Petición como el primer día)...
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oraciones - invocaciones y novenas en
TAROT DE MáXIMO