- El que en sueños se encuentra con la serpiente, se encuentra con fuerzas que brotan de las profundidades del alma, ajenas al ego y tan antiguas, podría decirse, como este animal mismo de tiempo inmemorial - (Ernst Aeppli)
Sin duda es uno de los símbolos más arcaicos, y de más amplio y ambiguo significado.
Sagrada, asociada tanto a la vida como a la muerte, casi no hay cultura que no haga mención de ella.
Está presente desde la corona de los faraones del antiguo Egipto (Ureos) hasta en el panteón de las divinidades mesoamericanas (Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada).
A causa de su manera de vivir, oculta en agujeros y en la oscuridad, por un lado representa lo más telúrico - el mundo subterráneo y el reino de los muertos - y por otro (por su capacidad de mudar de piel) el rejuvenecimiento.
Además, la forma de su movimiento, al desplazarse por el piso, tiene que ver con la onda sistáltica de la vida.
Presente en el Caduceo de Hermes / Mercurio, el Mensajero de los dioses - la vara con la cual el dios encanta los ojos de los mortales o despierta a los que duermen el sueño eterno -, transmite la idea de equilibrio y de infinito.
Enroscada en un bastón conforma la Vara de Asclepios (o Esculapio, Dios de la medicina), y se transforma en su emblema.
Mientras que alrededor de un cáliz (Copa de Hygeia, Diosa de la salud), es símbolo de la Farmacopea: Ella es el poder, el recipiente, y el remedio.
Por su parte, en los sistemas de creencias hindúes, otra serpiente - la Kundalini -, encarna la energía vital que, situada en la base de la columna vertebral, puede ser despertada y elevada mediante la meditación.
Y su significado adquiere un peso aún mayor cuando es representada mordiéndose la cola, el Ouroboros, que encierra las ideas de eternidad, movimiento, continuidad, de eterno retorno, de que no hay principio ni final, y alude a la unión de lo terrenal (la propia sierpe) con lo divino (el círculo).
Así que, como se puede ver, sólo para el cristianismo, y en un análisis superficial, es la personificación del mal, la que indujo al pecado, y el símbolo de la desobediencia, la seducción y la lujuria, así como de la astucia y la traición.
Pero para la psicología transpersonal y profunda todavía sigue siendo una imagen que nos transporta a un pasado remoto y arcaico, del que sólo conservamos parte de la cabeza - el 'cerebro de reptil' -, aquel en el que nuestra autovanagloriada especie también supo ser tan resbalosa y fría como este mismo ofidio...
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elementos de poder en
TAROT DE MáXIMO
imagen: encantador de serpientes de
Nueva Guinea con su pitón, fotografiado
por Carlos Osorio