La varita es un instrumento para invocar a la energía del cosmos y a la de ciertos espíritus de la naturaleza, que no pueden ser invocados con el athame (daga ceremonial) o con la espada, pues sería como un insulto, una grosería, como en el caso del Dios o la Diosa, a quienes siempre se debe convocar por invitación, nunca por mando.
Y según a qué tradición se pertenezca, puede representar al Elemento Aire o Fuego, pero sin dejar de simbolizar la fuerza vital masculina del mago/a o brujo/a, cumpliendo con la función de dirigir esa energía durante el ritual, como en una especie de prolongación de la misma.
Así se utiliza para todo trabajo mágico relativo a la comunicación, la acción material y proyectos en el mundo físico (es decir para comunicar una intención al universo así como la culminación de un hechizo), y también para dirigir el poder de curación.
De igual forma se usa para dirigir la energía mágica del ritual y para trazar círculos mágicos de protección a personas y lugares.
Hay diferentes tipos de varitas, tantas como practicantes, y todas son diferentes en su forma, así como en la madera utilizada para construirla, pero no tanto en tamaño, ya que suelen tener la misma largura que la distancia del codo a la punta del dedo corazón de su dueño/a.
Además, cada tipo de madera tiene un simbolismo específico, por lo que conocerlo es de vital importancia.
Por ejemplo, los árboles de roble se supone que son invulnerables a los rayos, por lo que se les asocia con la fuerza, la protección y la invulnerabilidad.
El fresno también se conecta a menudo con la protección, mientras que el sauce con la feminidad o la intuición, el abedul con la purificación y el espino con la fertilidad.
Pero las maderas tradicionales de la región también son una opción, así armonizará con el lugar.
El brujo tiene que ir a un bosque o parque a cortarla, puediendo escoger la rama que más le guste, ya sea derecha o ondulada.
Cuando llegues a casa deberás cortar hojas y nudos y quitarle la corteza con una navaja, después dejarla secar una semana o dos, y entonces pintarla como quiera, ya sea de negro, o con barniz transparente para que se vea el color de la madera.
A continuación, y con pintura de diferente color, encima escribirá su nombre, pudiendo añadir otros símbolos, como el pentáculo u algún u otro de significado muy personal.
Hay quien asegura que se debería hacerle un hueco en la punta e introducir un algodón con una gota de tu sangre propia, y taparlo con cera antes de pintarla, pero las tradiciones más celtas no usan lo del algodón y la sangre, ya que lo consideran dañino (nada de magia roja), pero en general lo más recomendable a hacer es lo que se sienta correcto por quien la use.
De hecho, algunos le añaden una piña o bellota en la punta, para enfatizar la naturaleza masculina de la misma, mientras que otros le ponen una punta de cuarzo para concentrar la energía, creando algo así como un amplificador, y otros hasta le cuelgan cintas, plumas o campanillas, etc.
Eso sí, cualquiera sea la que se vaya a activar, antes de comenzar a usarla hay que consagrarla, por lo que se debe exponer al Sol o a la Luna creciente o llena, eventualmente frotándola con lavanda u otro aceite esencial, y después realizando una invocación a Dios, la Diosa o cualquier otro espíritu o entidad con la que el operador se sienta más identificado/a...
elementos de poder en
TAROT DE MáXIMO