Eres mucho más de lo que crees ser.
No eres sólo una cara y un cuerpo.
En tu interior se encierran dimensiones que no puedes llegar a imaginar.
En tu cuerpo no sólo llevas dolor como persona, sino también como mujer que eres.
Aunque lo transportes de manera inconsciente, él está ahí, junto con el de tu madre, abuela y el resto de mujeres del planeta.
Formas una parte activa del legado cultural que te dejaron y que dejarás.
Las mujeres de tu familia fueron educadas para desconfiar de su cuerpo y desconocer sus procesos corporales.
Explícita o implícitamente, el dolor de las mujeres se hereda.
Sin embargo, bajo las capas y capas de negación a partir de las que han sido moldeadas, está el poder de la mujer.
Esa mujer valiente que es capaz de reconocer que necesita descansar en vez de exigirse más sacrificio, que sabe que se da en exceso y que no tiene que hacerlo.
No está bien para ella tragarse sus lágrimas, que se olvide de permanecer consigo misma, y que se resista a sentir.
Es merecedora de amor como cualquier otra persona, y no entregarse en cuerpo y alma a los demás no implica fracasar como mujer.
Esto quiere decir que no es tu dolor, es EL DOLOR de vivir en una sociedad que durante años ha sometido la libertad de la mujer y ha envenenado su individualidad.
El trabajo para aliviar tal sufrimiento disminuye el dolor del resto del mundo ya que, cuando tienes
espacio para el tuyo, lo tienes también para atender al de los demás.
El proceso requiere su tiempo, nada que no puedas ganar con la determinación de quien quiere seguir creciendo y liberarse emocionalmente de las pesadas cargas que le someten.
Sin embargo, no es sencillo intuir cuáles son los pasos a completar.
Si bien es un proceso muy personal, en este post se presentan cuatro pilares básicos para la sanación.
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1. Ofrécele mensajes positivos a tu cuerpo
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Tu bienestar se ve comprometido cuando huyes de mirarte, de explorarte y de reconocerte en tu propio cuerpo, en tu figura de mujer.
No eres lo que una crema anticelulítica hace sobre ti, eres tú amando y conociendo cada rincón de tu cuerpo, comprendiendo la razón por la que ahí hay celulitis o tus ovarios están dándote guerra.
No estás a salvo contigo misma si cada vez que te miras al espejo te regañas por la grasa de los muslos, por la celulitis o por tus arrugas.
Tiebes que crear un espacio interno seguro para tu cuerpo, en vez de castigarlo y humillarlo.
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2. Explora cómo influye el vínculo emocional con tu madre en tu vida actual
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Cualquier mujer, sea o no sea madre, lleva consigo las consecuencias de la relación que ha tenido con su progenitora.
Si esta te ha transmitido mensajes positivos acerca del cuerpo femenino y de la manera en la que hay que trabajarlo y cuidarlo, sus enseñanzas siempre formarán parte de una buena guía para tu salud física y emocional.
Sin embargo, la influencia de una madre también puede resultar problemática cuando el papel que ejerce resulta tóxico debido a una actitud descuidada, celosa, chantajista o controladora.
Cuando consigas comprender los efectos que la crianza ha tenido en ti, comenzarás a estar dispuesta a comprender, a sanarte, a ser capaz de asimilar lo que crees de tuo cuerpo o a explorar lo que consideras posible conseguir en la vida.
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3. Reconócete en ti misma y en tu derecho a la igualdad
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Las mujeres y los hombres pueden crecer conjuntamente como iguales.
Si bien es cierto que esto ha estado vetado y castigado durante miles de años, una mujer sana debe romper el campo colectivo del miedo, de la vergüenza y del dolor.
Aquí está uno de los pilares más importantes de la sanación:
Darse permiso para expresar y sentir rabia y luchar contra la injusticia.
Tal y como señala la autora Christiane Northrup, 'el verdadero perdón no puede llegar mientras la mujer no dé este paso'.
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4. Permítete vivir con lo que te ocurrió y 'no es aceptable'
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A pesar de que has sufrido, debes permitirte experimentar los horribles sentimientos que afloran con tus recuerdos.
Como seres humanos, nuestra historia personal está tejida en nuestra conciencia, lo que ocurre es que transformamos o cubrimos lo que nos sucedió y nos dañó, sólo por miedo a reexperimentarlo...
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manual de crecimiento espiritual en
TAROT DE MáXIMO
fuente: Mejor con salud
(mejorconsalud.com)
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