San Miguel in Excelsis, es un Santuario con más de mil años de historia, levantado en la sierra de Aralar, junto a la cima del monte Artxueta, desde el que se puede disfrutar de una impresionante panorámica de Navarra, España.
También es uno de los centros de espiritualidad más conocidos de la comunidad, y lugar de leyendas - como la de Teodosio de Goñi - del pasado carolingio, de los remotos tiempos de dólmenes que hoy surgen diseminados entre campas, y de preciosos bosques de hayas.
En el interior del Santuario se puede contemplar la imagen de San Miguel en un relicario del siglo XVIII, de plata sobredorada, y con las alas desplegadas y los brazos en alto, sosteniendo la cruz sobre su cabeza.
Es allí mismo donde se guarda una antigua talla de madera, la reliquia que - según la tradición - fue dejada por el propio arcángel en el lugar.
Se cuenta que en el valle navarro de Goñi vivía en el siglo VIII don Teodosio, señor de la comarca.
A su vuelta de la guerra con los árabes, se encontró en el camino con un diablo disfrazado de ermitaño, quien le contó que su mujer le había estado engañando con un criado.
Al llegar a casa, Teodosio atravesó con su espada a la pareja que yacía en su cama, sin percatarse de que eran sus padres.
Como penitencia, el Papa le condenó a caminar por los montes cargando una cruz y atado con cadenas hasta que se rompieran.
Vagando por la Sierra de Aralar, un día se le apareció un dragón, y entonces invocó a San Miguel, que mató a la bestia y lo liberó de sus cadenas.
Allí mismo, Teodosio erigió el santuario en el que se guardan las cadenas y se venera la reliquia que aquel ser le dejó.
Y su imagen recorre decenas de localidades navarras todas las primaveras, y es recibida por los vecinos y autoridades locales, que en el lugar acostumbrado van primero a esperarle y luego a despedirle, cantando las letanías de los santos o de la Virgen.
Al llegar allí se realiza el rito del beso entre Miguel y la Cruz parroquial.
Ya en las proximidades de la iglesia, se realiza la bendición de los campos.
Seguidamente se canta una oración de alabanza a las maravillas de la creación, y en el interior de la parroquia tiene lugar una celebración, consistente en una Eucaristía o algún acto más breve y sencillo.
A continuación, se acostumbra a recorrer con la efigie las casas en las que existe algún enfermo, pidiendo su recuperación...
ORACIÓN
Arcángel San Miguel, protector de nuestro pueblo.
Cuántas veces recuerdo tu visita alegre
y entrañable a nuestra ciudad,
a nuestras calles, a nuestra casa,
que recibimos con devoción y afecto!
Cuántas veces alzo la mirada
para descubrir tu morada en el horizonte
y solicitar tu protección y tu compañía
en momentos difíciles!
Tú contemplas nuestra vida cotidiana,
con nuestros trabajos y fatigas,
con nuestras alegrías
y nuestros dolores.
Por ello siempre vuelan
hacia la cumbre de Aralar
nuestras oraciones más hondas,
dirigidas hacia ti,
como mensajero de Cristo resucitado,
que transforma nuestra vida
y la naturaleza entera.
Una vez más, en actitud de oración,
te pido, Arcángel Miguel,
tu intercesión ante Dios nuestro Padre,
para que me ayude a mí en este momento,
para que ayude a mi familia y amigos,
y nos preste el auxilio que necesitamos
y que tú siempre nos has prestado
Amén
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