Como ya les he explicado, siempre podemos relacionar al Tarot con la energía contenida en los números que definen a un año, sumándolos y conectando el resultado - su 'quintaesencia' en términos esotéricos - con el Arcano Mayor correspondiente.
Al reducir el año 2017 (es decir al sumar 2 + 0 + 1 + 7) obtenemos un 10, que es el perteneciente a La Rueda de la Fortuna.
El del anterior (2016) era el 9, un número marcial (por Marte) belicoso y separatista, relacionado además con El Ermitaño del Tarot.
Así que no es para nada raro todo lo que ha estado sucediendo tanto a nivel personal como global.
El Ermitaño impulsaba a una retrospectiva, a una necesidad de tomar distancia, a no querer seguir juntos.
Cualquiera lo habrá podido notar en las noticias, por lo que evitaré abrumarlos con los ejemplos.
La partida de grandes artistas internacionales fue de lo que dio más pena.
Lo mismo en cuanto a lo que creíamos que iba a suceder con ciertos resultados, y terminó siendo todo lo contrario, quizá porque no seguimos el consejo del Ermitaño en cuanto a la necesidad de ser lo más prudentes posibles, y a ver todo desde su lámpara de sabiduría, la que deberíamos haber usado para poder comprender un mundo que en varios momentos pareció estar del revés.
Pero el tema es que en realidad no está todo dicho, y en los próximos meses podría cambiar absolutamente.
Porque La Rueda - y su número que es 10, potencial y transición, transformación - es justamente eso lo que trae: Cambio.
Cambio y avance, o retroceso, según lo que hayamos hecho antes.
Es decir, es como una especie de cosecha de lo que estuvimos sembrando.
Puede ser un año de recompensa, o de castigo, porque - como en las lecturas - podría venir derecha o invertida.
Y cuál deberá ser nuestro papel en medio de ello?
Primero tener claro que no podemos zafarnos de los ciclos, porque están ahí nos guste o no.
El Ermitaño nos obligó a dar algunos pasos atrás, y recién ahora entenderemos que fue sólo para conseguir tomar algo de impulso, para juntar fuerzas que nos permitiesen dar el gran salto, hacia arriba, o hacia abajo.
Porque lo que sube baja y lo que baja sube, más tarde o más temprano.
Por tanto, habrá que saber aceptarlo, y - más que nada - comprender la maravilla, la sapiencia y sentido de justicia que se esconde allí.
Para ello será indispensable valernos también de lo que aprendimos durante el año anterior, el del viejo Ermitaño sabio.
Así también podremos reconocer y aprovechar toda nueva oportunidad que surja para permitirnos crecer, porque si hasta ahora no las habíamos tenido, eso también cambiará, ya que - al fin de cuentas - la Rueda de la Fortuna significa SUERTE.
Y luego saber adaptarnos a esos cambios, y recuperar - que en ese sentido será equivalente a cambiar - nuestro centro, aquello a lo que siempre hemos dado mayor importancia, y actuar en consecuencia.
En otras palabras, tener claro cuáles serán nuestras prioridades, y focalizar toda nuestra energía en ellas, porque no podremos hacerlo en lo demás.
Pero eso, lejos de significar una pérdida, terminará siendo una gran ganancia.
No sólo porque quien no tiene algunas prioridades, en realidad no tiene ninguna, sino porque cuando vibramos con nuestra propia esencia, cuando - por ejemplo, hacemos lo que nos gusta y no lo que nos imponen de afuera - todo lo demás viene 'por añadidura'.
Y según cuál sea ese centro, si constructivo o destructivo, será nuestra recompensa.
Porque eso sí, la rueda karmática nunca deja de girar, y en este año lo hará más rápido que nunca...
----------------------
taro-efemérides en
TAROT DE MÁXIMO
imagen: La Roue de Fortune (La Rueda de la
Fortuna) por Jamie Hewlett
* Si no ves el contenido de este post es porque estás usando algún bloqueador de publicidad junto a tu navegador. Elige Desactivar en tarotdemaximo.blogspot.com en el menú que se despliega al clickear sobre el ícono de opciones (en la barra de navegación), y luego actualiza la página. Gracias!
POSTS POSTERIORES
PRINCIPAL
