Para el Movimiento Espiritual Rastafari - fundado en Jamaica en los años 30 - el León de Judá es una representación del Ras ('príncipe') Tafari Makonnen, coronado como emperador Haile Selassie I de Etiopía el 2 de Noviembre de 1930, momento en el que se le otorgaron los títulos imperiales de Rey de Reyes y León de Judá.
La enorme veneración que Haile Selassie causó entre los primeros rastafaris - al ser el único monarca de raza negra que gobernaba un Estado independiente - y su estatus como Profeta de la Liberación de tal raza, hizo que también adoptaran a este león como símbolo de sus creencias.
En las tradiciones históricas de Etiopía aparece el León de Judá porque el Kebra Nagast - texto del siglo V de nuestra era - afirma que la monarquía etíope surgió de los descendientes de la relación entre la mítica Reina de Saba con el Rey Salomón, cuando ella visitó al monarca de Israel en su corte de Jerusalén.
Es así que a ambos se les atribuye la paternidad del rey etíope Menelik I, fundador legendario del Reino de Aksum en el siglo IV antes de Cristo, primer estado etíope.
En tanto Salomón era miembro de la Tribu de Judá (al ser hijo del rey David) era obvio que su hijo podía considerarse descendiente de dicha tribu, que según el Génesis de la Biblia, tiene al animal en cuestión como símbolo.
Por eso se consideró a Haile Selassie como el último descendiente del Rey Salomón, ya que a través de Melenik I su linaje se prolongó directa o indirectamente por las dinastías imperiales de Etiopía, hasta llegar a él.
Y dado que la misma alegoría se emplea en el libro del Apocalipsis (*) para designar a Jesús el Cristo, ya que también pertenecía a esa genealogía, no es tan raro que los rastafaris establecieran dicha conexión entre el León, Nuestro Señor y su propio Mesías Negro...
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imagen: Rastafari por JahNesta (deviantart)