Estamos acostumbrados a utilizar en nuestro día a día un número cada vez mayor de aparatos electrónicos: el ordenador, el móvil, la tablet, la televisión, el microondas, el gps, etc. y aunque nos hacen la vida mucho más fácil también cargan el ambiente en el que nos movemos de energía estática y radiaciones que afectan en gran medida a nuestra salud y la de animales y plantas con las que convivimos.
El orgón y las orgonitas son un modo de enfrentarse a esa energía nociva a través.
En los años 30 del siglo pasado el médico, inventor y psiquiatra Wilhelm Reich detectó y midió por primera vez una energía presente en el universo, conocida hoy en día como éter, que entre otras cosas podía transformar las radiaciones negativas en positivas.
A esta energía le dio el nombre de orgón ya que la primera vez que pudo medir su potencia fue a través del orgasmo de una pareja mediante un experimento en el que ambos miembros llevaban electrones conectados para medir la energía que desprendían al realizar el acto sexual.
El orgón, energía vital que se encuentra presente en la naturaleza y en el cosmos, puede identificarse con el chi de la cultura china o el prana de la hindú, por lo que se constata que siempre se ha creído en su existencia.
Así puede definirse el orgón como una una energía cósmica, libre de masa que fluye a través de todos los organismos como fuerza vital. Se caracteriza por tener movimiento, pulsación, radiación y superimposición.
El orgón es la energía vital de todo organismo, fuerza motora del orgasmo, es de color azul, medible y omnipresente.
Hay tres clases de orgon; el de carga negativa(DOR) que es dañino para nosotros, el orgon con carga positiva(POR) que es el que nos beneficia, y el orgon de carga neutra (OR).
Cuando el orgón es estable y está en equilibrio, es completamente saludable y se le llama Orgón Positivo (POR/Positive Orgon).
Cuando la energía de orgón natural se transforma en energía estancada recibe el nombre Orgón Muerto (DOR/Deadly Orgon) que se caracteriza por decadencia, estancamiento y muerte.
Para combatir el DOR (orgón negativo) Wilhem se sirvió de las orgonitas: un dispositivo capaz de transmutar el orgón negativo en positivo o energía vital, limpiando el ambiente de radiaciones negativas producidas por elementos electrónicos y elementos naturales perjudiciales por sus radiaciones como la fisión nuclear.
Las orgonitas son excelentes generadores de ondas orgónicas positivas que dejan sentir sus efectos sobre la salud, el entorno, el bienestar de los animales de compañía, plantas, agua y hasta alimentos, llegando a usarse con notables beneficios como complemento en diversas terapias o por si solas.
Las orgonitas son dispositivos que funcionan como barreras protectoras que invierten las ondas negativas en positivas beneficiosas para la salud física y mental.
Inspira en el ambiente una sensación de optimismo y de energía positiva que ayuda al desarrollo estable de todas las formas de vida.
Son muy útiles para combatir el insomnio y para potenciar las facultades psíquicas innatas de una persona.
Y lo más importante, mejoran el flujo de energía en el cuerpo y actúan previniendo cualquier desorden a nivel físico o emocional que pudiera estar causado por energías densas.
Puesto que el ser humano tiene su propio campo electromagnético, (no olvidemos que nosotros generamos energía en nuestros procesos vitales y estamos compuestos de minerales) es natural que las orgonitas también tengan efectos benéficos sobre nuestro cuerpo y no sólo sobre el entorno.
Además de ser una barrera contra la energía electromagnética negativa, las orgonitas pueden generar orgón cuando se estimulan con otras fuentes de energía, como el sonido, la luz, la electricidad o el movimiento.
La gran ventaja de las orgonitas es que son elementos pasivos, es decir no dependen de otra energía para funcionar y su duración es ilimitada sin necesidad de recargarlas o comprar recambios.
Además, al ser de amplio espectro, permiten actuar sobre una gran cantidad de radiaciones electromagnéticas de distinta longitud de onda.
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Cómo funcionan las orgonitas
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Las orgonitas están compuestas por una mezcla de briznas de metal, cuarzo y resina de poliéster en cantidades más o menos iguales.
Se consiguen en santerías, artesanatos y tiendas especializadas físicas u online.
Se suelen construir en forma de cono o pirámide y de un tamaño parecido al de una taza de café.
Las virutas de metal de estos dispositivos atraen las ondas electromagnéticas del ambiente, dirigiéndolas al interior del dispositivo de orgón.
Estas ondas desvitalizadas son dirigidas hacia el cuarzo para recargarlas de electrones, es decir, de energía vital.
La resina orgánica retiene en el interior de las orgonitas la energía negativa facilitando al cuarzo hacer su trabajo.
Así, gradualmente, las orgonitas van limpiando y filtrando la energía de su alrededor, creando ambientes más agradables y positivos o formando un campo alrededor de la persona que la lleve encima, en el que la energía negativa no puede penetrar.
Como con cualquier otro dispositivo que promete limpiar y descongestionar el ambiente en el que se desarrolla la vida humana, existen opiniones a favor y en contra de su utilización.
Para muchas personas las orgonitas no son más que una patraña para sacar dinero a los incautos pero para otras, son fuente de salud y bienestar.
Existen, además, estudios científicos a favor del uso de las orgonitas, como el de la Universidad de Marburg realizado en 1986 y que demostró que el tratamiento durante 30 minutos utilizando un acumulador de orgón (orgonita), generaba efectos psicofisiológicos medibles y por tanto reales.
Mientras, los detractores del doctor Wilhelm - como el famoso físico Albert Einstein -, afirman que es imposible probar científicamente la existencia del orgón y por lo tanto la eficacia de las orgonitas...
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elementos de poder en
TAROT DE MáXIMO
fuente: tarotyvidenciapura.com