La foto anterior era una imagen de sujeción (Arcano XV - El Diablo).
Allí aparecíamos como pobres víctimas, oprimidos por las cadenas de nuestro propio e ilusorio ego, pero que no por eso deja de parecer demasiado real, sintiéndonos totalmente desconectados y abandonados por el resto del mundo, incapaces de comprendernos del todo, y de captar al menos de soslayo de qué se trata esto de la existencia, cuando lo único que nos pasamos haciendo es lo imposible por apenas sobrevivir, por atrapar lo mínimo de lo que deseamos y necesitamos, y echándole la culpa a todo y a todos por no conseguirlo.
Y ahí nos enteramos que puede haber una salida, pero, que a pesar de ello, sigue siendo dolorosa…
Entonces nos preguntamos cómo es que al final pareciera que nunca salimos del calvario?
Y la respuesta es tan sencilla como contundente: porque nos lo ganamos!
Luego vamos a profundizar un poco más en ello.
Ahora lo que me interesa es aclararles cuál es la diferencia, porque aunque en una vida 'despiertos' no nos volvemos ángeles, ni maestros, ni logramos permiso para entrar a la 'Liga de la Justicia' para colaborar con Superman y la Mujer Maravilla, porque seguimos siendo nada más, ni nada menos que simples humanos, la diferencia está en que sabremos controlar ese despiadado monstruo que es el dolor, como lo vemos en la carta La Fuerza del Tarot.
Ya no nos va a tomar de sorpresa, ya no nos va a anular completamente, ya no nos va a poder dominar, sino que ocurrirá todo lo contrario: seremos nosotros los que lo logremos sujetar, los que lo logremos domar, y sobre todo: los que logremos usarlo como un trampolín para alcanzar la verdadera evolución personal y espiritua.
Pero para ello, como lo muestra este arcano, necesitamos valor, necesitamos coraje, necesitamos ser lo suficientemente valientes y humildes para reconocer aquella desnudez de la que hablábamos, para reconocer que todo los que nos sucede es en gran medida a causa de nuestra propia irresponsabilidad, de nuestra propia mezquindad, de nuestra propia ceguera espiritual, y eso es algo fantástico, algo maravilloso, porque ya no nos vamos a seguir viendo como unos pobres mártires, víctimas de todo un sistema esclavizante, sino que nos vamos a identificar como causantes, como co-creadores de nuestra propia realidad, como los que fuimos capaces de hundirnos, pero que entonces también seremos capaces de levantarnos, porque ahora vamos a saber utilizar todos nuestros dones, todos esos dones con los que la naturaleza nos proveyó, y recién allí es cuando empezará la magia…
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TAROT DE MáXIMO
imagen: Strength del Labyrinth Tarot
de Luis Royo