El color naranja - o anaranjado - es una combinación del rojo con el amarillo, y como tal tiene un papel secundario en nuestro pensamiento y en nuestra forma de verlo.
Pensamos en el rojo o en el amarillo antes que en el anaranjado, y por eso hay muy pocos conceptos que se relacionen directa y exclusivamente con él.
Es así que vemos mucho menos naranja a nuestro alrededor de lo que realmente hay, ya que cosas como el atardecer, los cabellos y el metal caliente, generalmente los asociamos al rojo, cuando en realidad son naranjas.
Su nombre procede del de la fruta que antiguamente era considerada totalmente exótica.
Como el resultado de la luz (amarillo) y el calor (rojo) es ideal para crear un clima agradable en todo espacio habitado.
Su claridad no es tan hiriente como la del amarillo, y su temperatura no es tan sofocante como la del rojo.
La dosis perfecta para iluminar y calentar, ideal para alegrar tanto el cuerpo como el espíritu.
Quizá por ello en la China su importancia se sitúe entre la del amarillo - color de la perfección - y la del rojo - el de la felicidad -.
Pero allí tiene además un significado muy propio y fundamental: Es el color de la Transformación y la Iluminación.
Para estos asiáticos ninguna otra tonalidad simboliza mejor tal virtud, ya que ella reúne al amarillo y al rojo, que siendo opuestos a la vez están emparentados, y se pertenecen recíprocamente como el fuego y la luz, como los sentidos y el espíritu.
Así en el budismo representa el grado supremo de la Iniciación, y el Dalai Lama - cabeza de la iglesia tibetana -, aparece siempre vestido en tonos naranjas.
Lo mismo hacía Sai Baba.
Y por eso también en China las naranjas, las mandarinas y las toronjas son siempre las frutas que atraen la riqueza y vida dulce, ya que tienen el color que es capaz de transformar completamente cualquier situación adversa, ya sea de carencia o de mala salud, y no sólo porque se las puede ver, sino porque también una las puede comer, lo que permite ingresar el tono en el cuerpo físico.
O sea que si deseas tener éxito, prosperidad, amor y salud perfecta, quizás en tu mesa tampoco debería faltar un centro de frutas como naranjas, mandarinas y toronjas.
Recuerda también que es bueno que tengan hojas, ya que, como lo afirman los chinos, ellas aseguran una vida sana y longeva...
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