Todos, de algún modo u otro, tenemos problemas.
Quizá algunos un poco
más, mientras que otros menos, pero lo
cierto es que de todas formas siempre terminamos cargados con algo de
negatividad, por más que no nos guste.
Y es por eso que
muchas veces, aunque en realidad todo esté a 'pedir de boca', igual podemos
sentir que no es tan así, que algo malo está sucediendo o a punto de hacerlo.
O sea, es como estar
en una nube negra o gris de pesimismo y malos augurios.
Pero lo peor no es
ello, sino que podría llegar a convertirse en un círculo vicioso, ya que no es
tampoco raro que el tipo de onda de baja frecuencia se retroalimente a sí
misma, y claro, después nos pasa lo que pasa.
Por eso es que es tan
necesario precaverse, y en esta ocasión lo haremos tan sólo usando tres limones
verdes.
Lo único que hay que
hacer para valerse de su magia natural, es colocarlos en una cesta junto
a la puerta, o lo más cerca posible de la entrada principal a la casa.
Así ellos irán absorbiendo
todo la mala vibra que pueda andar en la vuelta, de modo tal que funcionarán
como escudo protector ante ella.
Una vez que notemos
que se ponen amarillos, o que han comenzado a secarse, los dejamos en algún sitio
(a los pies de un árbol en algún parque o algo así, ya que es ideal que su energía vuelva a la fuente), y ponemos verdes de nuevo en el recipiente.
Ya veremos como pronto
no habrá ningún nubarrón que quiera acercarse...
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